Durante julio, plena temporada de vacaciones de invierno, ingresaron al país 959.000 visitantes, pero salieron al exterior 1.190.400 residentes argentinos, informó el Indec. El turismo receptivo cayó 21,2 por ciento interanual en julio, mientras que el emisivo creció 30,5 por ciento respecto al año pasado, en un contexto en que el país se encareció en dólares.

Los principales destinos para los argentinos fueron Brasil, con 19,1 por ciento, Chile (17,9) y Paraguay (16). Se destaca el crecimiento en la cantidad de turistas que viajaron a Chile alentados por los bajos precios de artículos electrónicos e indumentaria, ya que el Paso Cristo Redentor, principal vía de acceso terrestre al país vecino, tuvo un aumento del 201 por ciento interanual. 

El boom fue tal que a finales de julio las autoridades del paso fronterizo decidieron cortes intermitentes de tránsito por un gran número de argentinos que querían cruzar la cordillera. Sin embargo, en general, en julio subió un 145,6 por ciento interanual la cantidad de turistas que se dirigieron hacia Chile. 

Entre enero y junio arribaron al vecino país 979.587 visitantes provenientes de Argentina, lo que implica un 36,5 por ciento más que durante el mismo período del año pasado, según datos del Servicio Nacional de Turismo chileno.


Fernando Desbots, presidente de Federación Empresaria Hotelera Gastronómica (Fehgra), aseguró: "Así como en años anteriores la gente venía acá porque las condiciones económicas eran favorables, hoy lamentablemente se ha invertido la carga de la prueba y se está yendo al exterior", destacó.

En tanto, el 78,8 por ciento del turismo receptivo provino de países limítrofes. Los principales fueron Brasil, que aportó 34 por ciento; Uruguay, con 22,2, y Chile, con 10. La baja del 21,2 por ciento en la llegada de extranjeros no solo implica un menor ingreso de dólares, sino que afecta al sector turístico local.