Trabajadores despedidos de Pepsico y del Movimiento Agrupaciones Clasistas, que reúnen sindicatos de izquierda, se concentraron esta mañana en el Obelisco para rechazar la reforma laboral impulsada por el Gobierno, que la semana que ya empezaría a ser tratada en el Congreso. “Salimos a la calle porque el Gobierno y las patronales están empeñados en aumentar sus ganancias a costa de los derechos de los trabajadores”, sostuvo Camilo Mones, delegado de Pepsico.
Además de los trabajadores despedidos de la empresa de snacks, participaron de la protesta empleados de Latam, el Hospital Posadas, ferroviarios y del subte. Además de rechazar el proyecto de reforma, la convocatoria de la protesta incluía “exigir a los sindicatos y centrales un plan de lucha para derrotar el ataque a las conquistas y derechos de los trabajadores”. Por la concentración todos los carriles de la 9 de julio debieron ser cortados, incluidos el Metrobus.
“Quieren imponer un banco de horas para quitar las extras y organizar nuestras vidas en función de sus necesidades, bajar los costos de los despidos, aumentar la tercerización y pasantías, mientras para los empresarios habrá una condonación de todas las multas que les correspondería por tener millones de trabajadores en negro", sostuvo Mones.
Para Claudio Dellacarbonara, metrodelegado y secretario del sindicato del Subte, apuntó contra los dirigentes de la centrales obreras porque "la CGT está negociando a espaldas de los trabajadores, mientras la CTA de Yasky y Micheli no hace nada”. “Nosotros reclamamos el fin de esa tregua y pasividad y que se tomen las medidas necesarias para rechazar este ataque", reclamó el metrodelegado.