La sorprendente explicación que dio Patricia Bullrich para justificar la tardanza del Ministerio de Seguridad en accionar frente al pedido de detención contra el diputado de La Libertad Avanza acusado de pedofilia, Germán Kiczka, fue que el trámite “se demoró”.
El trámite de detención “se demoró” y “en el medio escapó”, dijo con soltura la funcionaria al ser consultada sobre los motivos por los cuales el diputado por el que ella misma hizo campaña en las elecciones del año pasado pudo estar prófugo de la Justicia durante una semana.
La detención de Kiczka, a quien Bullrich había apañado en un spot publicitario que lo postulaba como diputado por Misiones, fue posible por la denuncia de una vecina que lo había visto en un camping de Loreto, Corrientes. No por la pericia del Ministerio de Seguridad.
Así y todo, Bullrich salió esta mañana a hacer todo lo posible para adjudicarse lauros. Dijo que la denuncia anónima fue posible porque su cartera promocionó una recompensa. “Para esto se pone recompensa, para que las personas hablen y ayuden”, dijo esforzándose para caer parada.
Luego aseguró que su cartera le pisaba los talones a Kiczka: “Sabíamos que estaba a punto de caer porque lo teníamos localizado en una zona, pero era amplia”, se excusó. "Teníamos esta alerta de Inteligencia", agregó. Pero la Inteligencia no funcionó.
Detalle más, detalle menos, para la ministra “lo importante” es que el diputado “está detenido y que el sistema funciona. Es una persona que va a tener que pagar”.
El teléfono de Kiczka
Lo cierto es que el acusado por pedofilia -con pruebas que lo involucran seriamente y cuyo rostro circuló a más no poder por los medios de comunicación- fue detenido sin la pericia del Ministerio de Seguridad. Y por si faltaba algo, fue apresado mientras llevaba consigo un teléfono mediante el cual pudo haber sido rastreado con la tecnología de punta que la ministra aseguró hace meses que había adquirido su cartera.
Como se supo anoche, el imputado se fugó Misiones no bien se conocieron las acusaciones en su contra. Durante los primeros días, el Ministerio de Seguridad tuvo oportunidad de accionar pero no lo hizo. Sobre esto, Bullrich hizo hoy un insólito mea culpa: “Quizás para una próxima oportunidad hay que rápidamente tener una consigna, poner una perimetral y no dejarlos salir o detenerlo preventivamente", manifestó durante una entrevista radial.
Luego volvió a asegurar que Seguridad tenía la pista de que Kiczka se encontraba en Corrientes, aunque no en el lugar donde fue capturado anoche. Según los investigadores Sebastián, hermano del acusado, también estaba allí pero se dio nuevamente a la fuga cuando vio a los policías.
Bullrich insistió: “Fue un trabajo muy importante. Teníamos la pista de que estaba en Corrientes, que no se había ido del país, teníamos esta alerta de inteligencia y de las Fuerzas".
Aunque el alerta roja de Interpol señalaba que las pistas eran Brasil y Paraguay, Bullrich evitó ser rebatida por ese dato: "Lo buscábamos en un triángulo y por suerte la información era correcta más allá de que el auto parecía salir del país", esgrimió.