En medio de un clima de creciente tensión en Cisjordania, este jueves el ejército israelí realizó una incursión en la ciudad de Tulkarem, que resultó en la muerte de cinco palestinos. Entre los fallecidos se encuentra Muhamed Yaber, alias "Abu Shayá", identificado por las autoridades israelíes como un líder yihadista. Esta operación se da en un contexto marcado por un aumento significativo de las operaciones militares israelíes desde los ataques de Hamás el 7 de octubre de 2023.
La operación, llevada a cabo en colaboración con el servicio de inteligencia israelí Shin Bet, se centró en una mezquita de Tulkarem, donde los cinco palestinos estaban presuntamente escondidos. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que la operación incluyó un enfrentamiento armado, durante el cual las tropas israelíes abatieron a Yaber y a otros cuatro individuos, a quienes describieron como "terroristas". Las autoridades también destacaron que, durante el operativo, un agente de la Policía Fronteriza resultó herido y tuvo que ser trasladado a un hospital para recibir tratamiento médico.
Por otro lado, fuentes palestinas, citadas por la agencia WAFA, confirmaron la identidad de uno de los fallecidos como Majd Mayed Daud, un joven de 21 años. Según estas fuentes, las fuerzas israelíes impidieron el acceso de ambulancias al lugar de los hechos, lo que generó críticas por parte de la comunidad local. Además, se reportó que el ejército israelí tomó control del cuerpo de Daud, lo que generó un nuevo foco de tensión en la región.
Una operación que intensifica la violencia en Cisjordania
Esta incursión en Tulkarem es parte de una ofensiva más amplia que el ejército israelí intensificó en las últimas semanas en el norte de Cisjordania. Desde la jornada anterior, las operaciones militares en diversas gobernaciones de la región dejaron un saldo de al menos once palestinos muertos, incluyendo a dos menores de edad, y más de veinte heridos de distinta gravedad.
El conflicto en Cisjordania escaló drásticamente desde los ataques de Hamás en octubre, con más de 660 palestinos muertos como resultado de las operaciones israelíes y los ataques de colonos. La situación es aún más alarmante en la Franja de Gaza, donde las autoridades palestinas han contabilizado más de 40.500 muertos desde el inicio de los bombardeos israelíes en represalia.
La violencia desatada en Cisjordania y Jerusalén Este refleja la profundidad del conflicto israelo-palestino, donde cada nueva operación militar intensifica la desesperanza de un conflicto que parece no tener fin.
Las incursiones israelíes en áreas densamente pobladas, como los campamentos de refugiados y las mezquitas, fueron criticadas por organizaciones de derechos humanos, que denuncian un uso desproporcionado de la fuerza y una falta de consideración por las vidas civiles. En respuesta, Israel defendió sus acciones como medidas necesarias para contrarrestar la actividad terrorista en la región.