Investigadores a cargo de la causa por la desaparición de Luciana Muñoz, la joven de 20 años que es buscada desde hace casi 50 días en la ciudad de Neuquén, analizaban muestras de sangre y material genético recolectados en la casa y el auto de Maximiliano Avilés, quien está con prisión domiciliaria por falso testimonio, en las os oportunidades en que declaró en esta causa.

La pesquisa estuvo a cargo de agentes de la Unidad de Servicios Periciales (USP) y se desarrolló en la propiedad en la que funciona una barbería, en calle 11 y Conquistadores del Desierto, en la zona del Parque Industrial de Neuquén, y en el vehículo de Avilés, exnovio de Muñoz.

Usando Luminol y luz ultravioleta, se identificaron en el lugar y en el auto tres muestras de sangre, en el muestreo tomado entre el 22 y el 23 de agosto últimos.

Según detalló el portal del diario Río Negro, las manchas hemáticas se encontraron en la barbería, en el suelo y también en el sector del baño, tanto en el interior como en el lado externo de la puerta.

A lo largo de los casi cincuenta días de búsqueda, la Justicia rastrilló más de 1.000 hectáreas, visualizaron más de 800 horas de imágenes de cámaras de seguridad y ordenaron 15 allanamientos pero no han logrado dar con rastros de la joven. Lo que pasó con ella todavía es un misterio.

Los investigadores estiman que pasarán varias semanas antes de poder establecer si los rastros se corresponden con la chica desaparecida

El martes último, la Justicia mantuvo la decisión de aplicarle a Avilés la prisión preventiva domiciliaria y desechar el pedido de la parte querellante, para que espere el juicio en la cárcel. Avilés había mantenido una breve relación con la joven desaparecida entre mayo y junio de este año.

El hombre de 29 años fue implicado a partir de comprobarse que mintió en su declaración, al señalar que en el momento de la desaparición de la chica no se había movido de la casa y que no la había visto desde hacía un mes y medio, pero se comprobó que ambas afirmaciones no eran ciertas.

Luciana Muñoz, quien tenía problemas de adicciones, fue vista por última vez en la madrugada del 13 de julio cuando salió de su casa aparentemente para encontrarse con un joven. Su familia recién denunció su desaparición 72 horas más tarde, ya que su madre daba un margen bastante amplio a sus frecuentes ausencias. Y de todas maneras, la policía no toma las denuncias por desaparición de personas adultas hasta que no transcurran varios días sin noticias del ausente.