Los precios de los combustibles inaugurarán los aumentos de septiembre en servicios públicos y tarifas reguladas por el gobierno, con un incremento de entre 2,5 y 3,5 por ciento que se aplicará este fin de semana, variando según la provincia de que se trate. Fuentes del sector anticiparon que las empresas petroleras dispondrían la suba en las próximas horas. Por otro lado, ya están confirmados los aumentos del servicio de agua potable en el AMBA del 4,5 por ciento y se estima una suba del 4 por ciento para los servicios de electricidad y gas. También habría modificaciones, y muy fuertes, en el servicio de colectivos de Capital y Gran Buenos Aires, dependiendo de cómo se resuelva en las próximas horas el conflicto por la quita de subsidios de la Nación, en la relación de esta última con las autoridades de una y otra jurisdicción.

A partir de este fin de semana, todas las variedades de nafta y gasoil superarán los $ 1.000 por litro, línea que todavía no atravesaban los valores más bajos en la Ciudad de Buenos Aires. Desde que empezó 2024, de esta manera, los combustibles habrán trepado más de un 85 por ciento.

El incremento compensará la devaluación del 2 por ciento mensual del peso contra el dólar e incorporará la suba de los impuestos a los combustibles, que treparían el equivalente a un punto porcentual.

El mes de septiembre arrancará, de este modo, con diferentes ajustes en tarifas de los servicios públicos y otros precios de servicios regulados, en algún caso reflejando aumentos que habían quedado postergados de meses anteriores, y otros porque ya ingresan en un proceso de ajuste mensual de acuerdo al salto en el IPC de algún mes anterior. Los usuarios del área metropolitana de Buenos Aires (Amba) pagarán un 4,48 por ciento más por las tarifas de los servicios de agua potable y cloacas que reciban en septiembre (que impactarán en las facturas que se pagan en octubre).

En el año en curso, las boletas de agua en el AMBA habrán subido 271 por ciento. La factura promedio de Aysa pasará de 18.799 a 19.621 pesos, y sumando el IVA la boleta mensual superará los 23.700 pesos.

Además, se espera que el Gobierno nacional vuelva a autorizar aumentos en las tarifas de electricidad y gas natural por redes de un 4 por ciento en promedio. El incremento está en línea con la inflación de julio (último dato disponible) pero se desconoce si aplicarán una nueva quita de subsidios sobre los precios mayoristas o la distribución y transporte. 

La última revisión del cuadro tarifario tuvo lugar en julio y aunque fue menor a la originalmente planeada, tuvo un serio impacto sobre el IPC de ese mes (6 por ciento en la categoría Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles).

Además el 4 de septiembre vence el plazo para inscribirse y mantener el subsidio de aquellos hogares segmentados en el nivel 2 (ingresos bajos) que no se hayan anotado previamente. Cerca de 2 millones de hogares se encuentran en esa categoría de ingresos.

El Gobierno no dio definiciones aún sobre la suba de los impuestos al combustible líquido y al dióxido de carbono, que buscó actualizar a comienzos de año pero que luego contuvo. El retraso generado rondaría un 19,5 por ciento del valor, según fuentes del sector. En las próximas horas, se espera que se emita el decreto postergando una vez más el ajuste en estos tributos.

Otra suba de peso para el bolsillo de la clase media en Buenos Aires y CABA será la del boleto de colectivo, dependiendo de cómo se resuelva en las próximas horas el conflicto por la quita de subsidios de la Nación, al servicio que prestan las líneas en cada una de esas jurisdicciones. La hipótesis de máxima es que en CABA, por ejemplo, el boleto mínimo que hoy es de 371 pesos, podría subir a 700 pesos si la Nación concreta la quita y el Gobierno de CABA no cubre la diferencia. Sería un aumento de más del 80 por ciento. 

La lista de aumentos estipulados para septiembre continúa. Las prepagas que apuntarán un alza de entre 4,5 y 5,8 por ciento según la empresa, indicaron fuentes del sector. Los colegios privados en la Ciudad de Buenos Aires aplicarán subas acordes a la paritaria docente, que en algunos casos promediarán un 4,5 por ciento. También aumentará la Verificación Técnica Vehícular. Y por último los alquileres que se mantienen dentro de la Ley vigente subirán un 243,16 por ciento interanual en el noveno mes.

Depresión del consumo

El ritmo inflacionario está marcado por la baja del consumo que le pone un tope a los precios de los productos de consumo masivo y otros artículos de segunda necesidad. A su vez, el Gobierno confía en que la rebaja del impuesto PAÍS para las importaciones de bienes y fletes contribuirá a calmar los precios internos, pero en el sector privado tienen dudas al respecto.

En el rubro de equipamiento para el hogar y aparatos tecnológicos las ventas cayeron en el orden del 33 por ciento interanual en el primer semestre del año, según la consultora NielsenIQ. Mientras que la elaboración de productos textiles cayó 25 por ciento y la de prendas de vestir y calzado alrededor de un 20 por ciento en el semestre, según datos de Indec ante el desplome del consumo interno. A esto se suma el histórico derrumbe en las ventas de consumo masivo en supermercados, almacenes de barrio e hipermercados.