El Gobierno nacional anunció la simplificación del trámite para la importación de acero y de insumos industriales que luego sean utilizados en exportaciones del sector. Mediante un comunicado, la Secretaría de Industria y Comercio informó que modificó el reglamento técnico (RT) del acero "para simplificar y bajar los costos de importación" de este producto que, según consideró, "en Argentina es hasta un 50 por ciento más caro que el promedio mundial".

"Con esta decisión, el 31 por ciento de las importaciones de acero ya no tendrá intervención aduanera y habrá mayor oferta, lo que redundará en más competencia y baja de precios", afirmó la dependencia a cargo de Pablo Levigne.

El interrogante que este jueves se planteaba en los ámbitos industriales es si habrá una efectiva competencia en el mercado con la apertura a insumos importados, o si la vía de ingreso de estos productos quedará bajo el control de las mismas empresas que son monopólicas en el suministro del producto al mercado interno, ya sea de origen local o importado.

La medida alcanza a los principales productos de acero para la construcción como chapas (para techos, cerramientos, estructuras portantes), perfiles, hierro redondo para hormigón, mallas, vigas y tubos.

Según la secretaría de Industria, "de esta manera, la industria automotriz, autopartista y metalmecánica ya no tendrán que tramitar excepciones para importar acero que no se destina a la construcción". "Lo mismo sucederá con chapas para lavarropas y línea blanca, que podrán integrar chapas de acero sin necesidad de realizar trámites", añadió.

 La industria automotriz, a través de su cámara representativa, ADEFA, celebró la medida y manifestó su firme respaldo a las resoluciones para facilitar las importaciones. "Van en el camino correcto para mejorar la competitividad y capacidad de inserción internacional del sector”, señala el comunicado que firma su presidente, Martín Zuppi.

La resolución, que se publicará en los próximos días en el Boletín Oficial, "incluye a su vez la unificación de los reglamentos técnicos de materiales para la construcción con el objetivo de aplicar normativas comunes a esos bienes".

"Se incluye también la unificación de los reglamentos técnicos de tableros compensados de madera, cemento y materiales para instalaciones eléctricas, y la derogación de los reglamentos técnicos de radiadores de aluminio, barras y perfiles, colectores solares y sistemas solares compactos, y placas y baldosas cerámicas", agregaron desde Industria y Comercio.

"También se simplifica la importación de otros insumos para la construcción, como el cemento y materiales para instalaciones eléctricas, y se eliminan controles arbitrarios que constituían barreras para-arancelarias a la importación de productos como placas y baldosas cerámicas, radiadores de aluminio y colectores solares".

Fuentes del sector metalúrgico destacaron que "cualquier medida que busque mejorar la competitividad y la eficiencia de nuestras empresas es siempre bienvenida". El criterio prevaleciente en ADIMRA (asociación de industriales metalúrgicos), según un allegado a esa entidad, es que "la rebaja en el Impuesto PAIS y la eliminación de trabas burocráticas para la importación de insumos difundidos representan un paso en la dirección correcta para facilitar la producción y fortalecer la cadena de valor de nuestra industria".

Aclararon, sin embargo, que "es crucial que estas medidas se implementen con un enfoque equilibrado; si bien la reducción de costos y la simplificación de procesos son fundamentales para mejorar la competitividad de nuestras empresas, también es necesario asegurarnos de que el crecimiento de las importaciones no afecte negativamente a la producción local". 

Agregaron, al respecto, que "debemos encontrar un punto en el que podamos aprovechar al máximo los beneficios de un acceso más fácil a insumos no producidos, sin que esto comprometa la estabilidad y el desarrollo de nuestra industria nacional". 

"Es esencial que las politicas públicas diferencien entre aquellos insumos y productos que no se fabrican en el país y aquellos otros que sí se producen localmente", señaló la fuente consultada.

A partir de esta resolución, las empresas que deban certificar la importación de acero y materiales para la construcción podrán presentar declaraciones juradas con certificaciones internacionales válidas en todo el mundo, que serán equivalentes a las del Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM).

Asimismo, el acero que no se utiliza para la construcción, como el destinado a línea blanca, automotriz, maquinaria agrícola, minería, etc, se encontrará exceptuado de esta certificación al momento de importar.