Atardecer caluroso en la ciudad de San Luis. La orgullosa bandera de los seis colores sostenida por una veintena de adolescentes comienza a transitar las calles desde la plaza Independencia acompañada de toda la manada de rarxs, desviadxs, invertidxs y pervertidxs. La Marcha del Orgullo LGBTTTIQ+ San Luis desde hace dos años es sostenida por putos, tortas, travestis-trans, intersexuales, bisexuales sin la participación de partidos políticos u organizaciones afines al gobierno provincial y nacional.
“Se siente, se siente, Azul está presente”. Carteles pintados sobre cartones, disfraces, brillantina y lentejuelas son dispuestas para reclamar y visibilizar. Si bien la provincia se adecuó a la Ley de Identidad de Género, aún no se han generado políticas públicas que garanticen el acceso pleno a derechos como salud, educación y trabajo. Exigimos la implementación de leyes que concreten un cupo que permita al colectivo travesti-trans alcanzar una real inclusión.
Estamos dolidxs: el 18 de octubre pasado asesinaron a nuestra compañera trans Azul Montoro en Córdoba. Era villamercedina. Denunciamos el travesticidio-transfemicidio social al que se somete a nuestras identidades. No queremos enterrar a más compañeras.
“Educación Sexual Integral en todas las escuelas ya”. Se suman a la Marcha lxs estudiantes que salen de las escuelas. Son lxs principales protagonistas. Reclamamos que el gobierno provincial aplique esa ley que suma 11 años de ausencia. Queremos explicaciones por el ingreso del obispo Pedro Martínez Perea en la escuela Paula Domínguez de Bazán (el Normal de Niñas). Martínez Perea, y un amplio sector de la política puntana afín al Opus Dei (como Liliana Negre de Alonso) sostienen los discursos más rancios de la iglesia católica. Queremos la separación de la iglesia y del Estado.
“Ante el Estado represor, Nuestrxs Cuerpxs resisten. ¡Nos amamos y nos reivindicamos!”. Llegamos a la plaza Pringles. Suena con toda su potencia orillera el tema “I follow rivers” de la película La vida de Adele. Somos un río multicolor en medio de la serranía cuyana. Tocan bandas de rock. Una lluvia de purpurina dorada nos cubre. Estamos de fiesta. Rechazamos todo intento de disciplinamiento sobre nuestrxs cuerpxs, denunciamos que el ajuste social y económico también se hace sobre nosotrxs. Decimos que no queremos un protocolo que resulte discriminador y provocador, ni códigos contravencionales que criminalicen a nuestras identidades. Queremos que no haya más crímenes de odio; necesitamos una nueva Ley Nacional de VIH; el sobreseimiento de Higui; basta de mutilar a personas intersex; y abrazamos la lucha feminista por el aborto legal, seguro y gratuito. Decimos que San Luis al armario no vuelve nunca más.
Comisión Organizadora de la Marcha del Orgullo lgbttti.