El neerlandés Max Verstappen (Red Bull), triple campeón del mundo y líder del Mundial de Fórmula 1, apunta a un cuarto título seguido. Pero desde que lo hiciera en Montmeló (Barcelona), en el Gran Premio de España -y a excepción del sprint de Austria-, no ha vuelto a ganar ninguna de las últimas cinco carreras. Motivo por el que en Monza, sede este fin de semana del GP de Italia, intentará revertir esta racha.

En el templo de la velocidad de Lombardía, la novedad es que disputará su primer Gran Premio el argentino Franco Colapinto, que sustituye en Williams al estadounidense Logan Sargeant, por lo que en Italia rodarán cuatro hispano-parlantes. El bonaerense, de 21 años, se une a los españoles Carlos Sainz (Ferrari) -quinto en el Mundial, que el año que viene pilotará precisamente en la escudería de Grove- y el doble campeón del mundo asturiano Fernando Alonso (Aston Martin) -noveno en el certamen-; y al mexicano Sergio Pérez, compañero de Verstappen, subcampeón el año pasado y séptimo en la general.

Colapinto es el vigésimo tercer argentino que compite en la F1; el primero desde que lo hiciese hace 23 años Gastón Mazzacane, que corrió el año 2000 con la escudería italiana Minardi y en 2001 con el equipo francés Prost. Encabeza esa lista, con letras de oro, Juan Manuel Fangio -quíntuple campeón del mundo en los años 50 y uno de los grandes mitos de la categoría reina-. El 'Chueco' ganó 24 carreras, el doble que Carlos Reutemann -el segundo piloto más lauredo de Argentina-, que se anotó las últimas tres (en 1980 y 81) para la escudería que fundó Sir Frank.

Después de arrasar el año pasado, cuando ganó 19 de las 22 carreras del campeonato, 'Mad Max', de 26 años, se anotó siete de las diez primeras pruebas de este Mundial. Pero, tras ser el mejor el pasado 29 de junio en el sprint de Spielberg -seis días después de imponerse por cuarta vez en España-, no ha vuelto a subir a lo alto de un podio en F1.

Los ingleses George Russell -ganador en Austria-, Lewis Hamilton (compañero del anterior en Mercedes) -que lo hizo en Gran Bretaña y en Spa (Bélgica)- y Lando Norris (McLaren) -victorioso el pasado domingo, en Países Bajos-; así como el australiano Oscar Piastri, colega del anterior -que festejó su primera victoria en la F1 en Hungría-, se han anotado las últimas cinco carreras.

Norris, lo hizo, además, hace sólo unos días, en Zandvoort, donde firmó su segundo triunfo en la categoría reina en casa del astro neerlandés, que había celebrado éxitos los tres años anteriores allí y al que 'aguó' su Gran Premio número 200 ante su afición.

Verstappen se tuvo que conformar con acabar segundo. Pero sigue dominando con claridad un Mundial que lidera con 295 puntos, 70 más que Lando y con 103 de ventaja sobre el monegasco Charles Leclerc (Ferrari): tercero entre las dunas holandesas y que ocupa esa plaza en el certamen.

Piastri y el español Carlos Sainz (Ferrari), cuarto y quinto en Zandvoort -en la que el talentoso piloto madrileño avanzó cinco puestos de parrilla a meta-, también ocupan esas plazas en la general, con 179 y 172 puntos, respectivamente; a falta de nueve carreras y tres sprints para el cierre del campeonato.

El RB20 ya no domina con la aplastante superioridad con la que lo hacía el Red Bull del año pasado. Y Norris ganó el domingo pasado, desde la 'pole' y con la vuelta rápida, con la mayor ventaja sobre el segundo clasificado en lo que va de temporada.

Pero Verstappen no es primero por casualidad. Quienes más se acercan a sus siete victorias son el propio Lando y Hamilton -plusmarquista histórico, con 105 triunfos en F1-. Que llevan dos.

Otro asunto es el título de constructores, que Red Bull revalidó el año pasado. La ventaja de la escudería austriaca se reduce a treinta puntos (434-404) sobre McLaren y alcanza los 64 respecto a Ferrari: que este fin de semana corre en casa, ante su muy apasionada afición. En el templo de la velocidad del Parque Real de Monza. La pista que siempre ha albergado el Gran Premio de Italia, salvo en 1980: cuando se corrió en Imola.

Junto al de Gran Bretaña, el Gran Premio de Italia es la única prueba que nunca ha dejado de estar presente en el Mundial desde su creación, en 1950. Y en Monza se estrenará Colapinto -"es especial debutar en el templo de la velocidad", apuntó el argentino-, que sustituirá hasta final de temporada a Sargeant y compartirá garajes con el tailandés Alex Albon. Que el año que viene será el compañero de Sainz: tres veces victorioso -una de ellas este año, en Australia- y con 23 podios en en la división de honor del automovilismo.

La pista actual de Monza, un circuito legendario que beneficia a los motores potentes y exige configuraciones de mínima carga aerodinámica, tiene una longitud de 5.793 metros y once curvas (cuatro a la izquierda), en la que se alcanzan las velocidades más altas del Mundial. 

Los entrenamientos se completarán el sábado, horas antes de la calificación, que ordenará la formación de salida de la carrera del domingo, prevista a 53 vueltas para completar 306,7 kilómetros. En una pista en la que Alonso -décimo el pasado domingo- festejó dos de sus 32 victorias -ambas desde la 'pole' (en 2007, con McLaren; y en 2010, con Ferrari)- y en la que nadie ha ganado tantas veces (cinco) como los dos séptuples campeones del mundo: el alemán Michael Schumacher y Hamilton.

Sir Lewis -que sustituirá a Sainz en Ferrari la campaña próxima- es sexto en el Mundial, con 154 puntos. Quince más que 'Checo' Pérez, que desde que acabó tercero en China lleva diez carreras buscando de forma infructuosa su podio número 40 en la F1. Con el sexto del pasado domingo como mejor resultado de las últimas nueve.

Red Bull no parece atravesar por su mejor momento, pero Verstappen celebró dos de sus 61 victorias en Monza -la primera hace dos años y la segunda, el curso pasado-. Y este domingo intentará festejar la tercera seguida, en uno de los escenarios más emblemáticos de toda la historia del automovilismo.