El gobierno que hoy reprime jubilados indefensos lleva en sus entrañas el sello de la dictadura. En el día internacional del detenido-desaparecido, todavía repercute la visita de sus diputados a genocidas condenados por delitos de lesa humanidad. Una foto sintetiza el encuentro donde aparece Alfredo Astiz semitapado, el mismo marino que se jactaba de saber matar y gritaba los goles de la selección nacional mientras torturaba en la ESMA durante la Copa Mundial del ’78.