Hay candidato y hay ruptura. Tal como lo viene contando este medio a lo largo de todo el 2024, las diferencias dentro del radicalismo bonaerense asomaban como insalvables. Y lo fueron. De cara a las elecciones del Comité Provincia, Maximiliano Abad no logró, hasta el momento, la pretendida lista de unidad y el bloque que conduce en la Cámara de Diputados se partió. Pablo Domenichini de Evolución, la línea de Martín Lousteau en la UCR, oficializó su candidatura a presidir el partido a nivel provincial y buscará desbancar al abadismo.

 “Queremos construir una alternativa que represente los valores históricos del radicalismo y creemos que para eso tenemos que realizar una propuesta que busque protagonizar y fortalecer a nuestro partido”, fueron las palabras con la que Domenichini, rector de la Universidad Nacional Guillermo Brown (UNAB), comunicó su candidatura a suceder a Abad. 

Días atrás, Buenos Aires/12 adelantó que los acuerdos entre Lousteau y Facundo Manes estaban consolidados para conformar una lista que le dispute la presidencia de la UCR bonaerense a Miguel Fernández, el nombre elegido por Adelante Buenos Aires. Finalmente, el legislador oriundo de Esteban Echeverría encabezará la lista que representará una visión que pregona la búsqueda de una identidad propia para el partido y evitar los acuerdos con otras fuerzas políticas. 

Esta premisa fue el eje visceral que enfrentó a Manes con Abad. Mientras el primero, incluso, se apuntó para ser el candidato a presidente de la Nación desde el radicalismo en 2023, el segundo tejió un armado con el PRO de Patricia Bullrich. El desenalce es de público conocimiento: Bullrich ni siquiera entró al balotaje y, como frutilla del postre, terminó de ministra de Seguridad de Javier Milei, el hombre que afirmó practicar boxeo contra la cara de Raúl Alfonsín. 

Esta decisión de candidatearse no fue la única que tomó Domenichini. Consecuentemente, dejó de pertenecer al bloque de diputados bonaerenses que preside Diego Garciarena y anunció su incorporación a la bancada manesista junto a Belén Malaisi, ambos integrantes de Evolución. 

Así, la unificación del espacio referenciado con Lousteau con el manesismo dejó al diputado Claudio Frangul al frente de un bloque de ocho diputados, mismo número que el radicalismo que sigue identificado con Abad. 

¿Unidad de diferencias?

El 2023 no cerró con las mejores noticias para el radicalismo bonaerense que sólo pudo celebrar la coronación de Abad como senador nacional. El derrotero bullrichista y su salto a La Libertad Avanza sellaron negativamente la apuesta del, hasta ahora, presidente del Comité Provincia y acrecentaron las posturas sobre la necesidad de un cambio en la dirección de la conducción del partido.

A nivel nacional, la UCR llevó a la presidencia a Martín Lousteau y reemplazó al ex gobernador de Jujuy, Gerardo Morales. En la Provincia, no hubo ni un solo plenario o encuentro institucional del partido como para digitar, al menos, una autocrítica, la cual se transformó en una de las principales demandas de los intendentes radicales. 

Precisamente, los jefes comunales dieron un primer golpe de timón en febrero de este año y se sumaron al primer quiebre del bloque radical en la Legislatura cuando el abadismo quedó de un lado y el manesismo del otro. En el primer encuentro del Foro de Intendentes Radicales se consensuó un liderazgo colegiado del órgano extrapartidario y se descartaron las intenciones de Abad que buscó seguir controlando al Foro imponiendo un presidente. 

Eso no sucedió y Maximiliano Suescún de Rauch quedó al frente. En las reuniones mensuales del Foro, el clima que se respiraba era similar en dos cuestiones. Por un lado, la necesidad de que la presidencia de la UCR Provincia esté en manos de quien pretende otro protagonismo del radicalismo, "no ser furgón de cola de nadie", e, incluso, con una apuesta sólida a gobernar la provincia de Buenos Aires. 

En segundo término, no había intenciones de que se desarrolle una interna. La gran mayoría de los jefes comunales boinablancas le repitieron a este medio que el contexto social no es propicio para que el partido se envuelva en una batalla puertas adentro y que la mejor opción es constituir una lista de unidad que persiga los objetivos de competir como UCR a nivel provincial y nacional. 

Según las conversaciones que mantuvo este medio, no son pocos los intendentes que siguen pensando de la misma manera y no comulgan con ninguna de las opciones que están sobre la mesa. "En unidad, con cambio, respetando los territorios, con ganas de ganar la elección pero también con ganas de profundizar los cambios necesarios para que la gente de nuestra provincia viva mucho mejor", definió las intenciones de este grupo uno de los jefes comunales.

Antagonismo

De todas maneras, lo que no se puede negar es el antagonismo que a lo largo del gobierno de Javier Milei tuvieron Manes y Abad. El neurocirujano fue un ferviente crítico de las políticas públicas del Gobierno nacional y plantó bandera durante el primer debate en la Cámara de Diputados de la Nación sobre la Ley Bases. 

Manes abocó en todo momento a legitimar la identidad del partido, tener candidatos propios, salir del método negociador y pronunciar posturas sólidas y ajenas a cualquier especulación. Lo hizo en 2023, lo volvió a pedir en 2024 a través de sus representantes en la Provincia y continuó con esa postura de ser férreo opositor a Milei. 

Esa misma posición comenzó a clarificarse en Lousteau que, por ejemplo, fue el único senador radical que votó contra el tratamiento del DNU N° 70/2023. Hoy quedó al frente de la Comisión Bicameral de Inteligencia en un acuerdo político con el peronismo, lo que demostró nuevamente su lectura de estar en la vereda diametralmente opuesta al gobierno libertario.

En el caso de Abad, la expresión que reinó durante estos meses fue la de ser una "oposición reformista". Esto menguó las adhesiones para quien tuvo un fuerte discurso contra la Ley Bases pero acompañó el proyecto en general y posibilitó su tratamiento en el recinto de manera particular. El perfil de "acuerdista" esmeriló el otro apodo con el que se lo conoce en los pasillos de la Legislatura: "ajedrecista".

De todas maneras, nadie puede asegurar una derrota del abadismo. Cerca de veinte intendentes firmaron su apoyo a la candidatura de Fernández y Adelante Buenos Aires cuenta con dirigentes de la talla del ex vicegobernador Daniel Salvador entre sus filas. Pero el acuerdo Lousteau-Manes en la Provincia no se quedó atrás y cosechó entre sus fuerzas a referentes como Federico Storani y Juan Manuel Casella o el intendente de Tandil, Miguel Ángel Lunghi.

Si ambas listas se mantienen, el 6 de octubre será el momento de la definición.