Son varios los interrogantes que en medio de situaciones humorísticas plantea Tutorial, obra de Eva Halac. Entre otras cuestiones, está presente el misterio de la creación artística y el diálogo entre generaciones: ¿Qué es un bien cultural, cómo se lo produce? ¿Se pueden entender padres e hijos? ¿Cómo se dirimen las cuestiones sentimentales a distinta edad? Dirigida por la propia autora junto a Hernán Márquez, la obra puede verse en el Teatro del Pueblo (Lavalle 3636) con la actuación de Fernando Migueles, Natalia Giardinieri, Mora Monteleone y Nahuel Monasterio. Los diseños del vestuario, la escenografía y la iluminación pertenecen a Gabriela Gerdelics, Micaela Sleigh y Lailén Álvarez, respectivamente.

En la obra, una joven artista se inspira en las indicaciones que Noé recibió para construir el arca que lo salvó del diluvio. La Biblia contiene un tutorial que ampara y socorre, pero en la vida parece que “es imposible tener un tutorial para cuestiones que tengan que ver con lo afectivo”, se ríen Halac y Márquez en una entrevista con Página/12. Es que la necesidad de saber si se está procediendo bien o mal es algo que preocupa a los personajes de esta obra escrita con retazos de observaciones y buena escucha. Todo gira alrededor de un hombre de mediana edad que no termina de comprender ni los nuevos códigos de comunicación que manejan los jóvenes, ni cómo terminar una relación amorosa o emprender una nueva conquista con mujeres de su edad. Tal vez lo que se expresa en mayor medida, según la autora, es “la diferencia entre la idea que se cree sostener y lo que se termina haciendo”.

Acerca del registro humorístico que plantea Tutorial, Halac sostiene que la clave es el planteo de contrastes y contrapuntos. A su vez, Márquez observa que “la contradicción es una tensión que siempre genera una energía vital que es mucho más interesante que hablar desde la certeza”. En todo caso, la directora advierte que en su obra “hay ironía pero no parodia: no me burlo de nadie, no busco ni juzgar ni sancionar porque yo misma me reconozco en todos los personajes”, sostiene.

Otra cuestión que aparece es la diferencia entre una cultura institucional y burocrática y el proyecto cultural que se desarrolla en los márgenes. Y en ese contexto están el artista joven que no entra en diálogo con una tradición que desconoce y el artista frustrado que no pudo llegar a nada a pesar de conocer los cambios que tuvieron lugar en el campo de la representación. “El arte es un misterio, un interrogante”, reflexiona Halac y arriesga: “tal vez esté en la tensión entre la forma que cambia y lo esencial que siempre subyace”.

-¿Qué tienen en común estos personajes?

Hernán Márquez:- En ningún momento dejan de pensar en sí mismos. Están haciendo equilibrio entre lo que creen que es un proceder correcto y el sentirse observados, como si existiera una cierta auditoría sobre los actos cotidianos.

Eva Halac:-Tienen prejuicios con el éxito, el dinero, la soledad, la necesidad de estar en pareja como sea. Aparece en ellos la necesidad de cumplir una imagen de felicidad.

H.M.:- Tienen amor por la imagen, por tener un momento selfie en su vida. Y lo negocian todo para obtenerlo.

-¿Cómo se expresa la distancia entre las generaciones?

E.H.:-Lo generacional tiene que ver con la mirada, con las imágenes que llevamos encima, con las formas de entender el amor, la libertad, el arte, la comunicación. El personaje del padre se siente a destiempo permanentemente, tal vez porque la idea de lo que está bien y lo que está mal cambió muchas veces.

H.M.:- Hoy los jóvenes tienen códigos de procedimientos que están muy distanciados del de los mayores. Es que la distancia generacional que siempre existió en todas las épocas hoy es mayor por la velocidad con la que sucedieron los cambios, las deconstrucciones.

E.H.:-El espectador se ríe y se identifica con los personajes porque la contradicción es algo muy humano. Hasta hablar de culpa y de responsabilidad resultó un buen chiste.

*Tutorial, Teatro Del Pueblo (Lavalle 3636), los viernes a las 20 hs.