La Autoridad de la Cuenca Matanza - Riachuelo (Acumar) presentó un proyecto para ampliar en 1,5 kilómetros su tramo navegable con fines turísticos y deportivos. Desde principios de agosto --luego de la habilitación de la Justicia tras doce años de navegación prohibida-- los catamaranes ya circulan en un trayecto que va desde Puerto Madero al barrio de La Boca, pero ahora las autoridades buscan llevar ese tramo hasta la altura de Dock Sud. Sostienen que esa zona también ya es segura para la navegabilidad y que podrían circular barcos de hasta veinte personas.

La propuesta oficial presentada por Acumar sería "permitir la navegabilidad de embarcaciones específicas con fines turísticos y deportivos en el tramo comprendido entre el Puente Nicolás Avellaneda y el Puente Barraca Peña". Esto ya fue debatido en audiencias públicas. Hasta ahora sólo está habilitada la navegabilidad hasta el Puente Avellaneda, luego de que en septiembre del año pasado el juez Jorge Rodríguez, titular del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N°2 de Morón, levantara la prohibición de navegabilidad para este tipo de embarcaciones que se mantenía sin interrupciones desde 2011 en el marco de la Causa Mendoza. 

La decisión de la Justicia tuvo su traducción práctica a principios de agosto, cuando los primeros catamaranes turísticos comenzaron a circular desde el Puente Cecilia Grierson en Puerto Madero hasta el Puente Avellaneda con servicios ida y vuelta por un precio de 25 mil pesos. La ampliación de la traza hasta el Puente Barraca Peña, que une La Boca con Dock Sud, permitiría que los catamaranes pasen por la Vuelta de Rocha

Desde Acumar aseguran que ya están dadas las condiciones para que las embarcaciones circulen por allí. Se amparan en tres trabajos realizados en los últimos años: la recuperación y consolidación del camino de sirga, el mantenimiento del espejo de agua y el retiro de barcos abandonados en la zona que eran el mayor foco de contaminación. Sostienen, en cuanto a este último punto, que ya se cumplió con el retiro de "la totalidad de las 57 buques abandonadas, evidenciándose la ausencia de embarcaciones en el tramo bajo análisis". 

En su fallo de septiembre, el juez Rodríguez había señalado en el mismo sentido que, en el tramo que decidió habilitar, "se han retirado las embarcaciones abandonadas y hundidas" y que ahora "existe un servicio permanente de limpieza del espejo de agua y de la sirga, con el reciente complemento del reperfilado de arroyos que Acumar lleva adelante". 

En las audiencias públicas realizadas ahora por el tema, Acumar presentó el estudio de factibilidad de la actividad náutica para el nuevo tramo propuesto, realizada por el Centro de Estudio para el Desarrollo Portuario Logístico Avanzado. El estudio arrojó que "pequeñas embarcaciones con capacidad para 15 a 20 pasajeros podrían navegar en el tramo objeto de este estudio”. En este caso, tal como el año pasado, se necesitará la autorización de la Justicia para habilitar la extensión del trayecto. 

El proyecto para la navegabilidad del nuevo tramo se enmarca en una iniciativa más grande que busca crear un corredor de navegación entre Tigre y Quilmes con parada en La Boca. El trayecto proyectado, denominado "Paseo náutico – Circuito turístico Quilmes – Tigre", abarca una traza de 60 kilómetros e incluye, en una primera instancia, un circuito con diez paradas turísticas antes de la proyección hasta Quilmes. Estas son: Estación Fluvial de Tigre, Costanera de San Fernando, Puerto de San Isidro, Puerto de Olivos, Aeroparque Jorge Newbery, Puerto de Buenos Aires, Puerto Madero y La Boca.