El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, insistió este viernes en que no reconoce la victoria electoral de su par venezolano, Nicolás Maduro, pese a la decisión de la Corte Suprema de ese país a favor del mandatario chavista, y aclaró que tampoco avala el triunfo del opositor Edmundo González Urrutia. Durante una entrevista con una radio brasileña, Lula dijo que "no cuestiona" a la Corte venezolana, que la semana pasada convalidó la victoria de Maduro, pero explicó que, en su opinión, esta institución no es la adecuada para dirimir la disputa.

"El presidente Maduro no escuchó al Consejo Nacional Electoral (CNE) y fue directo para la Corte Suprema. Debería pasar por el Consejo, que fue creado para ese fin", señaló Lula. El mandatario brasileño afirmó que "no hay pruebas" de una victoria de Maduro, pero aclaró que tampoco reconoce al opositor González Urrutia como ganador de los comicios del pasado 28 de julio.

Lula volvió a destacar su esfuerzo de mediación junto con el gobierno colombiano para reclamar al CNE la presentación de las actas electorales desagregadas por mesa de votación, un pedido que aún no fue atendido. Además afirmó que es "importante" que se convoquen nuevas elecciones, una idea que es rechazada por el oficialismo y la oposición. "Maduro enfrentará las consecuencias de su gesto", dijo el presidente de Brasl, quien dijo tener la "conciencia de haber intentado ayudar mucho".

El CNE declaró a Maduro ganador la misma noche de los comicios, pero la oposición luego publicó las supuestas copias de las actas de una mayoría de las mesas electorales que mostraban una victoria de González Urrutia por un amplio margen. Con las declaraciones de este viernes Lula, un fuerte aliado del expresidente venezolano Hugo Chávez (1999-2013), sube aún más el tono frente a Venezuela y se alinea con una decena de países latinoamericanos, Estados Unidos y la Unión Europea que rechazan la convalidación del triunfo del mandatario socialista. 

Ya el 16 de agosto el jefe de Estado brasileño había dicho en otra entrevista radial que "Venezuela vive un régimen muy desagradable", aunque no considera que "sea una dictadura", pero sí "un gobierno con sesgo autoritario". Frente a las críticas internacionales, el gobierno venezolano denuncia "injerencia" en sus asuntos internos y repite que no se pronunció sobre las impugnaciones del expresidente ultraderechista brasileño Jair Bolsonaro a su derrota en los comicios de 2022, ganados por Lula.