La derrota en la madrugada de Tomás Etcheverry ante el alemán Alexander Zverev dejó sin argentinos al US Open, certamen que sufrió una sorpresa mayúscula con la caída de Novak Djokovic ante el australiano Alexei Popyrin también en la jornada nocturna del viernes.

Pese a jugar un gran partido, Etcheverry cayó por 7-5, 5-7, 6-1 y 6-3 luego de más de tres horas y media de lucha, en un duelo que se decantó por la mayor jerarquía y experiencia del alemán. El argentino tuvo chances en el segundo set, cuando llegó a liderar 4-2, y en el último, cuando pudo quebrar para colocarse 4-2. Como no concretó, el alemán no lo perdonó.

En tanto, un día después de la eliminación del español Carlos Alcaraz, el que se despidió de manera prematura fue el serbio Novak Djokovic, que cayó por 6-4, 6-4, 2-6 y 6-4 en tres horas y 20 minutos de juego. El campeón olímpico estuvo lejos de su nivel, cometió 13 doble faltas -muchas de ellas que le costaron juegos de servicio- y se mostró muy autocrítico tras el partido. “Si juegas en una superficie rápida como esta sin el servicio, sin la capacidad de ganar puntos gratis allí, con un porcentaje muy bajo de primer servicio y muchas dobles faltas, no puedes ganar”, analizó Djokovic, que destacó que todavía no se recuperó del esfuerzo físico y mental que significó ganar la medalla dorada en París 2024.

"Obviamente tuvo un efecto. Gasté mucha energía para ganar el oro, y llegué a Nueva York sin sentirme fresco mental y físicamente”, expresó el serbio. “Pero como es el US Open, lo intenté e hice lo mejor que pude. No tuve ningún problema físico. Simplemente me sentí sin energía y se notó en la forma en que jugué”, se lamentó.