En medio de una recesión que no da tregua y una caída del consumo peor que en el 2001, las estrategias de rebusque se hicieron trascendentales. Así se evidenció en la empresa de indumentaria Bicontinentar, que tras una caída en sus pedidos confirmados del 80 por ciento tras la devaluación de diciembre lanzó una serie de botines 100 por ciento nacionales para resistir los embates de la economía.
El CEO de la empresa, Juan Recce, explicó de esta manera el origen de los botines Argie. Por la 750 explicó que este nombre no es casual: de esta forma llamaban los soldados ingleses a los combatientes argentinos en Malvinas. “Quisimos apropiarnos de ese concepto desde un lugar positivo y desde el coraje”, explicó.
De esta manera, la fábrica con sede en Chivilcoy —que se creó en 2007, cerró en 2018 en pleno macrismo y reabrió en 2021— sacó a la cancha al Papa Bergoglio; Astor Piazzolla; Jorge Luis Borges; César Milstein; Luis Federico Leloir; el cura Brochero y el Gaucho Rivero.
Fiel a esta filosofía, los modelos fueron bautizados con deportistas, científicos y grandes artistas argentinos. “Dos modelos llevan el nombre de premios Nobel. La idea es que cada botín tenga literatura, ciencia”, dijo Recce que, al pasar, explicó que quienes compren dos pares podrán llevarse una pelota Atucha.
En su página web lo explican con patriotismo: “Solo un argie puede convertirse en uno de los principales escritores de su siglo, a pesar de arrastrar una dificultad visual desde la juventud. Solo un argie puede jugar con lo sagrado, mezclar géneros como tango, jazz y música clásica y convertirse en semi dios”.
Y siguen: “Solo un argie rompe la estructura de la novela, para que no se lea solo en un único sentido. Solo un argie juega CINCO mundiales, hasta levantar la copa. Solo un argie mete, en el mismo partido, un gol con la mano de dios y el mejor gol de todos los tiempos”.
Consultado por el contexto en el que se tomó la decisión de iniciar con la producción propia, y no realizar modelos para otras marcas como venían haciendo hasta acá, el empresario explicó que tuvo que ver con que la situación económica los afectó mucho más de lo que pensaban.
“La situación actual nos afectó porque hubo una caída del 80 por ciento de los pedidos. La mayoría de nuestros clientes que son licenciatarios de marcas internacionales se vieron muy afectados por el salto del tipo de cambio porque tenían compromisos en el exterior”, señaló.
Y añadió: “Eso llevó a que muchos cancelen sus pedidos. Nosotros estuvimos en esa misma situación. Teníamos una producción proyectada en crecimiento y pasamos a caer en un 80 por ciento sobre los pedidos confirmados de diciembre. Tuvimos un freno inesperado. Lo teníamos como un escenario alternativo, pero no lo creíamos posible”.