Teniendo a la vista el itinerario del exigente viaje emprendido por el papa Francisco por Asia y Oceanía, surge inevitablemente la pregunta de los motivos que impulsaron a Jorge Bergoglio a una travesía que, en doce días, lo llevará a recorrer 32.814 kilómetros, con 44 horas de vuelos en por lo menos siete desplazamientos importantes. Sobre todo teniendo en cuenta que, a sus 87 años, la salud de Francisco está naturalmente deteriorada y que el periplo le exigirá un esfuerzo que resulta exigente aún para una persona más joven.