Casi como una postal de época o, quizás, una puesta estratégicamente pensada por algunos de los pocos industriales que osan criticar al Gobierno, el presidente Javier Milei habló en el Día de la Industria ante un atril que de fondo tenía ventanas con persianas totalmente cerradas, y entró al edificio por la puerta de atrás. En el peor momento de las fábricas después del menemismo y ya superando en cifras negativas a la COVID 19 y el 2001, el mandatario dio un discurso donde priorizó al campo sobre la industria que crea empleo, les avisó que debe