Sin reponerse aún de la derrota por la aprobación en Diputados del proyecto de Ganancias de la oposición, al oficialismo no encuentra la brújula que le marque el camino a seguir. En línea con la primera reacción del Gobierno de instalar la idea del veto presidencial, la vicepresidenta Gabriela Michetti fue tajante en cuanto a que Mauricio Macri voltearía la iniciativa si el Senado le da sanción definitiva, pero esta mañana dijo algo totalmente distinto: “No vamos a llegar a esa instancia.”
Michetti había dicho a última hora de ayer que en caso de que la Cámara de Senadores sancione la ley con las modificaciones al Impuesto a las Ganancias consensuado por los opositores, Macri "no tendrá más alternativa que vetarla". Esa afirmación deja al Gobierno sin margen de negociación en la Cámara de Senadores, donde un cambio al texto que obtuvo media sanción de Diputados le evitaría el Presidente el costo del veto. El oficialismo redoblará su presión sobre los gobernadores con la expectativa de que entiendan las “ventajas” del proyecto de Macri para sus gestiones y que a partir de eso convenzan a sus senadores de no avalar la iniciativa de la oposición.
La marcha atrás de Michetti tiene que ver con eso y no se produjo porque sí. “Ayer me quedé conversando largo con [Marcos, jefe de Gabinete] Peña por otros temas y terminamos hablando de esto. Lo que creemos es que no vamos a llegar a esa instancia (del veto)", contó la vicepresidenta de su diálogo con el hombre de confianza de Macri que marca la línea de qué deben decir y qué deben callar los macristas.
En un mensaje a los gobernadores, Michetti explicó que "si bajamos mucho la recaudación del impuesto, también se les complica a las provincias". También llamó a "hacer un esfuerzo muy grande porque necesitamos un proyecto que mejore la situación actual". "En una situación de crisis en cuanto a recursos, tenemos que poner un criterio de razonabilidad, hay que mejorar de manera gradual", agregó en declaraciones a radio La Red.
Federico Pinedo, hombre clave del PRO en la Cámara alta, también apeló a la "racionalidad y buena fe" de los gobernadores en el debate que se dará en la Cámara alta a la reforma del impuesto a las Ganancias. "Los que juegan a la ventaja política, a esta cosita chiquita de decir 'vamos a gastar más de lo que en realidad tiene la Argentina', no se dan cuentan, pero el pueblo no es estúpido como decía el general (Juan Domingo Perón)", dijo el presidente provisional del Senado. También afirmó que "hay una cantidad de senadores que van a defender los intereses de sus provincias, que no se pueden desfinanciar” y dejó un mensaje para los mandatarios provinciales: "Lo que debería pasar es que muchos gobernadores que son responsables de manejar la misma situación social y económica de sus provincias tengan la racionalidad y la buena fe de decir tenemos que ir por lo que podemos ir."
Algunos se hicieron eco rápidamente. Aunque recordó la promesa de campaña de Macri de eliminar Ganancias, el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, consideró que "no es un buen proyecto" el que votó la oposición en Diputados. El socialista santafesino advirtió sobre el "impacto fiscal importante" que tendría su implementación y calculó que, de aprobarse en el Senado, significará una pérdida de ingresos para su provincia de unos 2.500 millones de pesos anuales.
"Perjudica al conjunto de las provincias argentinas que son las que mantenemos y hacemos funcionar el país todos los santos días", se quejó el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck. A tono con el Gobierno, pidió tener "una mirada de conjunto porque financiar a un sector de la población y desfinanciar a todo nos está llevando a todas las provincias a la quiebra y al endeudamiento como en el año 2001".