Maxi Rodríguez fue el capitán e hizo dos goles, debutó Mauro Icardi y se "retiraron" (o jugaron por última vez con la camiseta albiceleste) nombres como José Sosa, Sebastián Domínguez y Leandro Somoza. Ah, y Argentina perdió. Ese 3 a 2 del 16 de octubre de 2013  contra Uruguay en Montevideo fue la última vez que la Selección disputó un partido por los puntos sin Lionel Messi ni Ángel Di María. Este jueves 5 de septiembre, contra Chile en Buenos Aires, volverá a suceder. Diez años y diez meses después. Tres Mundiales, cinco Copas Américas y varias leyendas forjadas más tarde.

El partido de este jueves en el Monumental será una muestra gratis -gratis porque no hay demasiado en juego a pesar de ser un partido de Eliminatorias- del futuro cada vez más presente de la Selección que, entre festejo y festejo, evita pensar en la salida de los dos máximos referentes del equipo en los últimos casi 15 años. Primero se fue Di María en un retiro tan anunciado como imprevisiblemente heroico en la Copa América y no falta mucho para la despedida de Messi, ausente por lesión en este caso, quien jugará el próximo Mundial, con suerte.

Once años y siete finales

Desde aquel partido contra Uruguay a hoy día, la Selección disputó 91 juegos por los puntos (Mundiales, Copas América, Eliminatorias o Finalissima). En todos contó con al menos uno de sus dos cracks zurdos y rosarinos. Cuando uno faltó, el otro estuvo, repartiéndose muchas veces la cinta de capitán. Messi jugó 78 de esos encuentros (41 goles y 24 asistencias) mientras que Di María estuvo en 74 (13 goles y 14 asistencias).

Como para reflejar el impacto de los cracks, de esos 91 partidos la Selección perdió sólo 11, cinco de los cuales sucedieron cuando alguno de los dos no estuvo. Es decir, con ellos el porcentaje de derrotas es de 10 mientras que sin alguno de los dos pasa a 17, no tan lejos de duplicarse.

La primera vez de Di María y Messi en la Selección: 1-1 vs. Paraguay en 2008, por Eliminatorias. (Twitter)

Ojo, vale destacar que desde que Scaloni está al mando, la Selección supo responder ante la ausencia de sus referentes y nunca perdió, cosa que antes estaba lejos de suceder. Ganó sus cuatro partidos por los puntos sin Messi y mantuvo su invicto en los que no estuvo Fideo (ocho éxitos y tres empates).

La cosa también va para atrás. Desde 2008, cuando Di María tuvo su debut en la Mayor (Messi lo hizo en 2005), el partido con Uruguay de 2013 fue el único que la Argentina jugó sin ninguno de los dos. Siempre por los puntos, claro. Es decir que hasta este jueves fueron 127 partidos de Selección y en 126 estuvo Di María o Messi o ambos.

Ese Uruguay 3, Argentina 2

En cuanto ese partido con Uruguay de ya hace casi 11 años, vale destacar que correspondió a la última fecha de Eliminatorias y el equipo de Alejandro Sabella llegaba ya clasificado al Mundial de Brasil, incluso con el primer puesto asegurado. Por eso, la Selección fue con muchos nombres infrecuentes a Montevideo a enfrentar a una Celeste que necesitaba ganar sí o sí para intentar clasificar directamente (cosa que no logró, por lo que tuvo que ir a repechaje). Por Messi y Di María, el primero estaba lesionado mientras que al segundo le dieron descanso.


Argentina formó entonces con Chiquito Romero; Campagnaro, Fede Fernández, Seba Domínguez y Basanta; Maxi Rodríguez, Augusto Fernández, Biglia, Banega y Lamela; y Palacio como único delantero. Luego ingresaron Somoza, José Sosa e Icardi.

Uruguay se llevó el triunfo con goles del Cebolla Rodríguez (a los 5), Luis Suárez (de penal, a los 34) y Cavani (a los 50). Mientras que por Argentina empató transitoriamente el capitán, Maxi Rodríguez (a los 15 y 41), quien de acuerdo al comentario de Página/12 de ese clásico "refrescó por si hacía falta su condición de mejor futbolista del medio local" y "confirmó, además (por si hacía falta), que jugará su tercer Mundial consecutivo".

Para enfrentar a Chile este jueves no habrá demasiado nombres infrecuentes pero sí algunas novedades (todavía interrogantes por cierto) como el capitán, el que lleve la 10 y el primer reemplazante de Di María en la era post-Fideo.