La Cámara de Apelaciones en lo Penal N°1 de Mar del Plata benefició con salidas transitorias a Ricardo Anselmini, uno de los condenados a prisión perpetua por el crimen de Natalia Melmann, la adolescente de 15 años que en febrero de 2001 fue violada y asesinada por un grupo de policías en Miramar. La familia de la víctima lamentó la medida y confirmó que ya apeló la resolución ante la justicia.
La decisión fue de los jueces Esteban Viñas y Gastón De Marco, a partir de una solicitud presentada por la defensa, que sostiene que Anselmini -condenado en septiembre de 2002 como coautor de los delitos de “rapto, abuso sexual con acceso carnal agravado por la pluralidad de personas y homicidio criminis causa”- ya cumplió 20 años tras las rejas y que están dadas las condiciones legales para obtener el beneficio de salidas transitorias.
“Anselmini fue autorizado a salir cada 15 días los domingos”, lamentó Nahuel, hermano de Natalia Melmann. La justicia dispuso, además, que el expolicía realice “un curso de construcción de las masculinidades” y siga un tratamiento psicológico.
“Nuestros abogados ya apelaron la resolución”, indicó Nahuel en diálogo con TN, aunque aclaró que “de igual forma, hasta que resuelva la Cámara de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires, Anselmini va a poder gozar de las salidas”.
“Para la familia esto es un golpazo, (los jueces) deberán hacerse cargo si este hombre incurre nuevamente en delitos”, dijo el hermano de la joven asesinada. En ese sentido, cuestionó que en el domicilio que Anselmini fijó ante la justicia “va a convivir con otros dos policías que han cometido delitos y han sido condenados”.
El beneficio de las salidas transitorias otorgadas a Anselmini también provoca en la familia de Melmann el temor de que se genere una suerte de efecto dominó respecto de la situación de Oscar Echenique y Ricardo Suárez, los otros dos policías que fueron condenados a perpetua en 2002.
“(Los asesinos) gozaron de impunidad durante 23 años. Cometieron un acto atroz, fueron imputados y llegaron libres al juicio”, se quejó Nahuel, y agregó: “Lo que hicieron con Natalia fue un acto atroz, sin precedentes en relación a la violencia institucional. Hubo cinco funcionarios que cometieron una vejación salvaje contra un niña de 15 años, y que tuvieron todos los recursos para amedrentar testigos e intentar desviar la investigación”. Sin embargo, “por amor seguiremos luchando", afirmó.
Crimen de Natalia Melmann
El femicidio ocurrió el 4 de febrero de 2001, cuando Natalia fue obligada por un grupo de efectivos a subir a una camioneta de la Policía bonaerense y llevada a una casa ubicada en el extremo sur de la ciudad de Miramar. En esa vivienda, fue torturada, abusada sexualmente y estrangulada con el cordón de una de sus zapatillas.
Los policías trasladaron luego el cuerpo al vivero Florentino Ameghino, donde lo ocultaron con un montículo de hojas, pero fue hallado cuatro días más tarde durante uno de los tantos rastrillajes que se realizaron por esa zona.
El crimen provocó la reacción de la comunidad local, que encabezó junto a los familiares y allegados de la adolescente múltiples marchas para pedir por el esclarecimiento del caso y produjo incluso un impacto político: el entonces presidente, Fernando De la Rúa, se reunió pocos días después con los padres de la víctima en Miramar.
En septiembre de 2002, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Mar del Plata condenó a Ricardo Anselmini, a Oscar Echenique y a Ricardo Suárez a prisión perpetua y a 25 años de cárcel al exconvicto Gustavo "Gallo" Fernández, por su participación en el secuestro, aunque la pena fue reducida luego a 10 años de prisión.
En junio de 2018 se celebró un nuevo juicio a un cuarto policía, Ricardo Panadero, imputado como coautor de "privación ilegítima de la libertad por el uso de violencia, abuso sexual agravado por acceso carnal y por el concurso de dos o más personas, y homicidio doblemente agravado por haberse cometido para lograr la impunidad de los coautores de un delito anterior".
Panadero fue absuelto en ese proceso porque los jueces consideraron que no pudo acreditarse la acusación, pero el fallo fue apelado por la fiscalía y por el abogado de la familia de Natalia. El 13 de noviembre de 2019, la Sala III del Tribunal de Casación bonaerense anuló esa absolución y ordenó la realización de un nuevo proceso, que finalizó en mayo de 2023 con una condena a prisión perpetua contra Panadero, considerado coautor del crimen.