Intendentes de Unión por la Patria de la quinta sección electoral salieron al cruce del mensaje del Gobierno nacional que pregona una mejoría en la inflación como sinónimo de un alza en la calidad de vida. Toman, como ejemplo, que la garrafa social casi duplicó su valor o que los medicamentos tuvieron incrementos superiores al 500 por ciento. Entonces, bautizaron una nueva medición: el Indec de los Vecinos. La pregunta que deviene al respecto es: ¿la baja en la inflación permite vivir mejor?
“La gente no disfruta la baja de la inflación, padece la baja del poder adquisitivo del salario”, sintetiza la ecuación Juan Pablo Costa, economista que integra el Centro de Economía Política (CEPA), que lidera Hernán Letcher, en diálogo con Buenos Aires/12. La lectura del analista parte de la premisa de que el Índice de Precios del Consumidor del cuál se deduce el porcentaje mensual de la inflación no es un indicador que abarque todos los elementos que determinan una mejora en la calidad de vida de una persona.
¿Por qué? Aquí entra en juego el reciente comunicado de los intendentes y lo que expresaron ante las consultas de este medio. “La inflación de la calle a mí me dice que una garrafa estaba 7 mil pesos y hoy está 12 o 13 mil pesos, o los vecinos te dicen que la factura de luz estaba 20 mil pesos y hoy 60 o 70 mil”, detalla Gustavo Barrera, intendente de Villa Gesell, y uno de los firmantes del documento.
Esta condición es lo que Costa expresa respecto a las distintas variables que inciden en vivir mejor o vivir peor. Y, en este sentido, el poder de compra es el eje del problema. Puede haber baja inflación, afirma, pero si los salarios no mejoran tras la explosión en los precios que se experimentó desde diciembre a hoy, no hay baja inflación que alcance.
Este dato lo viene reflejando el ministro de Economía de la provincia, Pablo López. Días atrás, y según los propios datos del Indec, López publicó que sólo en el primer semestre el 2024, los asalariados perdieron el 19 por ciento de su poder adquisitivo respecto al mismo período del año 2023.
Además, y tal como lo pudo confirmar este medio con fuentes del instituto nacional, los ponderadores actuales a partir de los cuáles se calcula la inflación están basados en la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo) de 2005 que tuvo su última actualización en 2016. No quiere decir que se haya hecho una nueva encuesta, sólo se actualizaron algunas variables.
Pero, tal como lo señaló en sus redes el periodista Andrés Lerner, en el conjunto de ponderadores actuales tiene más peso el consumo de vino, con un 1,07 por ciento, que el servicio eléctrico, que llega al 1,03. Es decir, según la ENGHo realizada durante el gobierno de Néstor Kirchner en 2005, el consumo de vino era un indicador con más peso dentro de la estructura de gastos de los argentinos que pagara la boleta de la luz.
La validez de los datos
Costa remarca, ante todo, las garantías y estándares que rigen al INDEC. Tanto hoy, como en el gobierno de Alberto Fernández, el de Mauricio Macri o el de Cristina Fernández de Kirchner. “El Indec está seriamente auditado, hay que salir de la idea de que las estadísticas se pueden manipular”, advierte.
En este sentido, sí considera que los ponderadores pueden estar desactualizados y remarca que deberían incorporarse los datos de la ENGHo 2018. “Es una encuesta muy compleja, que lleva un año de trabajo realizarla, no se hace de un día para el otro”, explica Costa.
“Argentina durante mucho tiempo tuvo períodos de crecimiento económico con alta inflación y se instaló como algo negativo en sí mismo, cuando la inflación está anclada a la evolución de los salarios reales”, afirma el economista. Por eso, subraya, el sendero de desaceleración inflacionaria del Gobierno nacional, es “muy entre comillas”. “Técnicamente hay una baja, pero tuviste un fogonazo auto infringido a principios de año que detonó todo que hace ver que hoy todo está aparentemente mejor, y encima se lo lleva adelante a costa de una fuerte recesión”, explica.
En este sentido, el comunicado de los intendentes resalta que el IPC “no refleja la realidad, porque nos lo dicen nuestros vecinos; los que nos votaron y los que no”. “Hay un distanciamiento del Indec con lo que sucede en la sociedad porque a una persona que le llega una factura de luz de 80 mil pesos tiene que ver si la paga o compra comida, o un comercio que le llegan 400 mil pesos de luz piensa en cerrar”, indica Barrera desde Gesell.
Con esta lectura coincide Javier Gastón, al frente de la Municipalidad de Chascomús. “Más allá de la inflación es más baja, hoy es más cotidiano ver suspensiones y despidos y no hay medidas que apunten a fortalecer el mercado interno”, apunta.
Efectivamente, los datos que expone el intendente chascomunense también fueron certificados por el ministro López durante las últimas semanas. En distintos gráficos, el responsable de las finanzas provinciales advirtió una caída del consumo en los supermercados por encima del 9 por ciento a lo largo del 2024 respecto al 2023.
Además, detalló que hay 50 mil empleos asalariados registrados menos, una contracción del 15 por ciento de la industria bonaerense en el primer semestre del año, y caída en la producción de vehículos del 15 por ciento y de despacho del cemento de un 26 por ciento.
“El Gobierno nacional se equivoca porque no piensa en que el salario no crece, la salud está mal, la educación está en crisis, crece el desempleo, en algún momento va a estallar el tema de alquileres, por lo que hay múltiples dimensiones que están mal y solo ve la desaceleración de una inflación auto infringida”, asegura Costa.
En sintonía con una de las expresiones que suele manifestar Axel Kicillof desde los principios de la gestión de Javier Milei, el economista del CEPA advierte que desde la Nación hay una “desorganización” de las variables que permiten tener una buena calidad de vida. Y estable.
INDEC del Vecino
En un texto firmado por Javier Gastón de Chascomús, Juan Pablo García de Dolores, Gustavo Barrera de Villa Gesell, Sebastián Walker de Pila, Sebastuán Ianantuony de General Alvarado y Carlos Rocha de General Guido, la expresión que utilizaron para graficar la realidad que transitan es que existe un Indec del Vecino que nace del contacto cotidiano con la sociedad que gobiernan.
“Este grupo de intendentes no solo pide que no se le mienta más a nuestro pueblo, con estadísticas que no reflejan la realidad que se vive a diario; sino que, sobre todo, solicita al Gobierno nacional que frene este ajuste desmedido, que está generando una desangrada perdida en el poder adquisitivo, y que solo dejará daños estructurales irreversibles en nuestra sociedad”, afirman en uno de sus párrafos.
“Podemos asegurar que el ‘Indec del Vecino’, dice otra cosa, y eso lo sabemos bien, porque lo medimos a diario, sin formulas rebuscadas, ni a través de ningún especialista recibido en alguna universidad privada”, señalan.