El Día del Maestro se celebra cada 11 de septiembre en Argentina en conmemoración al expresidente y exgobernador sanjuanino Domingo Faustino Sarmiento, quien falleció ese día pero de 1888, en reconocimiento por su aporte a la educación pública en el país. Aunque la efeméride no genere un feriado, las escuelas primarias y secundarias tienen una jornada de asueto.
Sarmiento, nacido el 15 de febrero de 1811, se crió en uno de los barrios más humildes de la provincia de San Juan, pero pudo educarse gracias a una de las “Escuelas de la Patria” que habían fundado por entonces los gobiernos de la Revolución de Mayo. Este hecho marco su idiosincrasia, y con los años, al forjar una impresionante trayectoria como escritor, periodista y político, fue una figura clave para la promulgación de la Ley 1420 de Educación Pública, la cual convirtió a Argentina en uno de los primeros países del mundo en eliminar el analfabetismo.
Esta Ley, que establece la educación primaria común, gratuita, obligatoria y laica, fue promulgada el 8 de julio de 1884, durante la presidencia de Julio Argentino Roca. Es considerada la base primordial del sistema educativo nacional.
Para Sarmiento, el progreso científico y la educación de los ciudadanos eran indispensables para lograr el desarrollo nacional.
Esto se ve reflejado a lo largo de su vida y trayectoria, como en su emblemática obra Facundo: civilización o barbarie, o sus publicaciones en los periódicos El Zonda, La Tribuna y La Crónica --fundados durante su exilio a Chile--; así como también en sus distintas gestiones al frente en distintos estratos del gobierno provincial y nacional.
En 2024, el Día del Maestro se conmemorará un día miércoles, en medio de un contexto de malestar gremial hacia el Gobierno nacional por el brutal ajuste de salarios frente a los valores de la inflación acumulada en el año, la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), y otras medidas perjudiciales para la educación pública de calidad.
¿Por qué se recuerda el Día del Maestro?
Sarmiento falleció el 11 de septiembre de 1888 y la celebración es en su honor. Pero el Día del Maestro no se decretó en ese entonces. En 1943 se realizó la Primera Conferencia de Ministros y Directores de Educación de las Repúblicas Americanas en Panamá, donde surgió el proyecto que finalmente se concretó en 1945 a través de un decreto firmado por el entonces presidente de facto, Edelmiro Farrell.
El texto proponía extender la conmemoración en esa fecha a todo el continente americano, en homenaje a Sarmiento, pero también como un reconocimiento a la labor cotidiana de las y los maestros que trasciende los límites explícitos de los contenidos.
En el mismo texto de la Resolución Oficial, se destaca el trabajo como “una actividad fundamental de la escuela, la educación de los sentimientos, por cuyo motivo no debe olvidarse que entre ellos figura en primer plano la gratitud y la devoción debidas al maestro de la escuela primaria”. “Su abnegación y sacrificio guía los primeros pasos de nuestras generaciones y orienta el porvenir espiritual y cultural de nuestros pueblos”, concluye.