Mientras el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, realizaba su exposición ante los legisladores en el interior del Congreso, la Prefectura Naval Argentina desplegaba el protocolo antipiquetes en las calles. Los empujones a los manifestantes empezaron minutos antes de las 16 en Rivadavia y Combate de los Pozos. Unos instantes más tarde, los efectivos de las fuerzas de seguridad rociaron con gas lacrimógeno a las personas que protestaban por el veto del presidente Javier Milei a la ley de movilidad jubilatoria.
La marcha había sido convocada por agrupaciones de jubilados, organizaciones sociales y partidos de izquierda. La concentración comenzó a las 15 en las afueras del Congreso, con el objetivo de movilizarse hasta Plaza de Mayo. Del operativo represivo participaron efectivos de la Policía Federal, Prefectura Naval y Gendarmería Nacional.
Según el relato de manifestantes, las calles cercanas al Palacio Legislativo estaban repletas de camionetas de las fuerzas de seguridad e, incluso, había un camión hidrante estacionado sobre la avenida Entre Ríos.
Con la intención de disuadir por completo la protesta, cerca de las 16.45 Gendarmería formó un cordón de efectivos y avanzó sobre la avenida Callao. Tras unos minutos de tensión, la poca gente que todavía participaba de la manifestación se retiró de la zona. En total, el operativo policial para desarmar la movilización duró poco más de una hora.
La semana pasada, los jubilados también fueron reprimidos cuando intentaron cortar la Avenida Rivadavia a la altura del Congreso para reclamar una mejora en sus ingresos.
La ley vetada oficialmente este lunes por el Presidente beneficiaba a los jubilados con respecto a la fórmula actual implementada por el Gobierno ultraderechista. Entre otros puntos, establecía que el haber mínimo no debe ser menor al valor de una canasta básica de adulto mayor, que actualmente es de $285.000, según el Indec.
En septiembre, los jubilados cobraron un haber de $234.540,23 más un bono de $70.000, monto congelado desde diciembre.