La cinematografía de Brasil es un espejo en el que el cine argentino no suele mirarse, a pesar del vinculo estrecho que, se supone, debería establecer la vecindad. Pero, tras 20 años de crecimiento sostenido en el volumen de producción y muy especialmente en la calidad, la actual crisis a la que fue empujada la industria nacional obliga a dejar de contemplar el propio ombligo para mirar un poco a los costados y ver cómo se vive el cine ahí al lado, tan cerca y tan lejos. Los festivales constituyFlorianópolis Audiovisual Mercosur (FAM),entre el 5 y el 11 de septiembre