Los artistas nos enseñan, a nosotros legos, el enigma de la creación artística. Sentimos una curiosidad por saber de dónde extraen su capacidad para conmovernos y provocar emociones. El actor nos estremece con la puesta en escena al crear su personaje, como es el caso de Luis Machín, actor rosarino, que recientemente presentó en Rosario la obra de teatro La última sesión de Freud. Marcelo Scalona escritor, poeta, director de la Biblioteca Argentina, nos introduce en el mundo íntimo, donde la imaginación y la emoción llegan de la mano de la lectura.

El arte del actor en el escenario ya sea en teatro, cine o televisión nos inyecta vida, le imprime un sabor agradable a nuestro pasar cotidiano. Un buen libro, un poema, nos alimenta la imaginación y nos transporta a otros escenarios. Hablar con nuestros invitados nos introducirá en un mundo que desconocemos.

Freud y Lacan se sirvieron de la literatura y el teatro para hacer avanzar el psicoanálisis. La obra freudiana se encuentra atravesada por una extensa lista de autores y obras teatrales. Sófocles: Edipo rey, Shakespeare: Ricardo III, Macbeth, Hamlet, El Rey Lear, El Mercader de Venecia. También Ibsen, Goethe y otros.

En Lacan las referencias teatrales son múltiples y variadas. Me centraré en Hamlet de Shakespeare, a quien dedica siete clases en el Seminario El deseo y su interpretación. Para Lacan Hamlet es la tragedia del deseo humano, con todo su carácter problemático. Propone seguir el texto de la obra, del mismo modo que procedemos con el inconsciente, tomarlo al pie de la letra. Si una pieza teatral nos emociona, dirá Lacan, es porque aloja lo que en nosotros está escondido, nuestra propia relación con nuestro deseo.

Estas preciosas observaciones de Lacan, me llevan a pensar, que el actor debe buscar cómo decir el texto, luego apropiarse de éste, hacerlo suyo. Poder incorporarlo a su cuerpo, para poder saber hacer otro cuerpo, el cuerpo del personaje. La modulación de la voz, el ritmo, el diseño espacial, la pausa y el silencio, es un decir del cuerpo que configura el relato, el gesto teatral es una sutileza, que contribuye a generar un intenso efecto dramático en la escena.

El actor y el escritor, nos enseñan su saber hacer, los psicoanalistas nos servimos de su arte, para hacer avanzar la teoría psicoanalítica que debe estar siempre a la altura de la época. El malestar y la angustia de nuestra época, necesita de los artistas y de los psicoanalistas. Ellos de diferentes modos posibilitan pasar de la miseria neurótica a una vida vivible con sabor y humor.

Luis Machín y Marcelo Scalona, en conversación con Virginia Thedy, psicoanalista, miembro de la Escuela de Orientación Lacaniana, estarán el martes 10 a las 18 en la Biblioteca Argentina, Presidente Roca 734. Animará Mariana Brebbia. La conversación, que tiene arancel, es abierta a todo público. Organizada por la Comisión de Biblioteca de EOL ROSARIO que integran Ana Prieto, Natalia Thomas, Mariana Brebbia y quien suscribe.