A su regreso de México, donde asistió a su ceremonia de ingreso al Salón de la Fama del Fútbol Internacional y pronunció un emotivo discurso, el presidente de Boca, Juan Román Riquelme decidirá el futuro del mediocampista Cristian Medina, quien es pretendido por el Fenerbahçe de Turquía. Este club está dispuesto a abonar 15 millones de dólares antes del 13 de septiembre, día en el que cierra el libro de pases en aquel país. Boca (en verdad el propio Riquelme) lo dejarán salir en este mercado solo por la cláusula de rescisión de 20 millones de dólares.

Pero no es Medina el único jugador con posibilidades de ser vendido en esta ventana. El mediocampista Kevin Zenón es pretendido por el Newcastle de Inglaterra, propiedad de un fondo de inversión saudí. Boca también pretende 20 millones de dólares por el jugador que llegó a principios de año desde Unión de Santa Fe por 3,5 millones de dólares. Zenón tiene contrato vigente hasta diciembre de 2028.

Medina ya le comunicó a Boca su decisión de irse ya mismo, por lo que él y su representante Gabriel Peñalba aguardan tener una conversación mano a mano con Riquelme para definir su situación. Boca pretende que el mediocampista se quede hasta enero y la última palabra la tendrá Riquelme. La próxima ventana de transferencias en Turquía recién se abrirá en febrero. Pero si Fenerbahçe adquiere ahora a Medina podrá jugar en la liga de ese país ya que el mercado de pases finaliza el 13 de septiembre. El equipo turco es dirigido por el técnico portugués José Mourinho y además de la lógica mejora económica, ese también es un incentivo para que Medina trate de forzar su venta.

Entretanto en México, Riquelme pronunció un emotivo discurso en el que estuvo al borde de las lágrimas durante una ceremonia en la que también ingresaron al Salón de la Fama del Fútbol Internacional, celebridades mundiales como Diego Simeone, José Luis Chilavert, Sepp Maier, Oliver Kahn, Andrea Pirlo, Iván Zamorano, David Beckham y Rolando Cristante, entre otros .

“Es un privilegio estar acá, yo soñaba con ser futbolista de chiquito, nada más", inició Riquelme su alocución, que fue creciendo en emotividad a medida que recordaba aquellos comienzos. "Le quería comprar la casa a mi mamá. Es lo único que quería de chiquito, soñaba con eso. Tenía eso en la cabeza, creía que así le podía cumplir", recordó el ídolo y presidente boquense. Y continuó: "Pasó el tiempo y el 10 de noviembre del 96 tuve la suerte de debutar en Primera con la camiseta de Boca. Ese día entré a la película más linda de mi vida, esa es la verdad. Pensé que jugar al fútbol era sólo eso, patear la pelota, disfrutar, correr, gritar un gol, dar un pase...", prosiguió ya con la voz entrecortada.

"Cuando pasó el tiempo me di cuenta que no, que la gente te saludaba, te daba cariño; así que empezó a tener otro sentido, empecé a tener otra responsabilidad, y fue fabuloso. No lo imaginaba, no pensé que ser jugador de fútbol iba a ser tan lindo, que iba a tener la suerte de vivir esto, conocer el mundo, diferentes culturas, mucha gente. Que la gente te de cariño es maravilloso. Que estés en otro país y sepan tu nombre es increíble", expresó Riquelme quien agradeció especialmente la invitación y distinción recibida.