El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, anunció este miércoles una suba de impuestos a los grandes patrimonios. Entre las reacciones adversas se cuenta la de un presidente sudamericano: Javier Milei.

“El socialismo es una enfermedad del alma aberrante. La combinación de profunda envidia, fatal arrogancia e ignorancia en temas de economía en la frase resulta espeluznante. Dios proteja a los españoles de éste depredador de riqueza...VLLC !!!”, escribió el mandatario argentino en las redes junto con el video de Sánchez en el momento en que hacía el anuncio.

En su alocución, Sánchez sostuvo que buscará “nuevas acciones destinadas a acotar privilegios desproporcionados que tienen y de la que se benefician ciertas élites de nuestro país". Adelantó que "vamos a gravar fiscalmente a quienes ya tienen en el banco suficiente dinero para vivir cien vidas. Lo haremos, insisto, no para perjudicar a los millonarios, sino para proteger a las clases medias y trabajadoras de un sistema que continúa siendo extraordinariamente injusto. Porque independientemente de lo que piensen algunos o algunas, España será un país mejor si tiene más automóviles eléctricos, por cierto, fabricados en España, más autobuses públicos y por tanto más transporte público y menos Lamborghinis”.

La idea del gobierno socialista es recaudar más impuestos de las grandes fortunas para reactivar la economía y financiar la ayuda social. El anuncio generó debates y, fuera de las fronteras españolas, reactivó el encono de Milei, enemigo acérrimo de toda acción de intervencionismo.

De hecho, Sánchez retiró a su embajador en Buenos Aires después de la visita de Milei en mayo. En un viaje particular, pagado con el erario público, como en todas sus salidas al exterior a la fecha, el jefe de Estado fue a un acto ultraderechista organizado por Vox en Madrid y aludió a la implicancia de Begoña Gómez, esposa de Sánchez, en un presunto hecho de corrupción. Milei dijo entonces que Sánchez tiene "una mujer corrupta".

Más tarde, el presidente ultraderechista se justificó y dijo que era una respuesta al ministro de Transportes de España, Óscar Puente, que había sugerido la posibilidad de que Milei se drogara. El corolario fue cortar relaciones diplomáticas al mínimo. Ahora, Milei retoma esa pelea