La reforma judicial que propone la elección popular de jueces en México dio su primer paso este miércoles en el Congreso, con la amplia aprobación de la Cámara de Diputados, a pesar de las protestas de trabajadores de ese sector y las críticas de la oposición y Estados Unidos. Luego de casi 12 horas de discusión, el proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador fue aprobado por 359 votos del oficialismo y sus aliados contra 135 de la oposición, con lo que reunieron los dos tercios necesarios para reformar la Carta Magna.

"Limpiar de corrupción el poder judicial"

En su conferencia de prensa matutina, López Obrador felicitó "a los legisladores que están buscando limpiar de corrupción el poder judicial" y pidió no olvidar que "de lo que se trata es que el pueblo elija a jueces, magistrados y ministros". En un debate en particular de casi seis horas, los legisladores debatieron más de 600 observaciones en una sesión que concluyó el miércoles por la mañana y dio por terminado el trámite en Diputados. Ahora la iniciativa será enviada al Senado. 

La maratónica sesión se inició el martes por la tarde en un polideportivo de Ciudad de México, debido a que el edificio legislativo fue bloqueado por trabajadores del poder judicial que están en huelga contra la reforma desde hace dos semanas. Se espera que el proyecto sea discutido de manera expedita en el Senado para ser votado posiblemente la próxima semana impulsado por el oficialismo, que necesita sólo un escaño en dicha cámara para completar los dos tercios.

El presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, anticipó que se respetarán los tiempos del procedimiento legislativo, por lo que se prevé que el próximo martes, una vez dictaminada y aprobada en comisiones, se le dé la primera lectura en el pleno, y en la sesión del miércoles se discuta y vote. Fernández Noroña aseguró al diario El Universal que las bancadas oficiales ya cuentan "de sobra" con la mayoría calificada, aunque no quiso adelantar qué senadores de oposición les darán sus votos.

Protestas a favor y en contra

La reforma desató duras protestas de la oposición y del poder judicial, con empleados y jueces yendo al paro desde la semana pasada. Los trabajadores de la Corte Suprema se sumaron desde este miércoles al cese de tareas, mientras que los ministros del pleno decidieron el martes suspender dos sesiones de esta semana. La entrada del recinto amaneció con las puertas cerradas y cubierta de cintas para impedir el paso.

En contraposición, López Obrador puso en valor manifestaciones en defensa de la reforma que, según exhibió con fotos en la conferencia, ocurrieron en distintos puntos del país, incluida la capital mexicana donde hubo enfrentamientos entre quienes se mostraban en contra y los defensores de la aprobación de la modificación constitucional.

La propuesta también generó tensiones con Estados Unidos, que advierte que amenaza la relación comercial regulada por el T-MEC (tratado donde también participa Canadá) y sería un "riesgo para la democracia mexicana", al considerar que el narcotráfico podría aprovecharse de la elección popular para manipular jueces. Los magistrados, incluidos los de la Corte, serían elegidos mediante listas de candidatos propuestos por los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.

¿En qué consiste la reforma?

La modificación constitucional, propuesta en un paquete de 20 reformas en febrero pasado por el presidente mexicano, avaló, entre otros puntos: reducir de 11 a 9 los ministros de la Corte Suprema y que su mandato pase de los 15 a los 12 años, además de dos elecciones para renovar los cargos del poder judicial, la primera de ellas extraordinaria, en junio de 2025 y una segunda en 2027. 

La reforma contempla eliminar la pensión vitalicia para actuales y futuros ministros de la Corte, y ninguno de ellos podrá ganar un salario mayor al del presidente. Además busca sustituir el Consejo de la Judicatura Federal por dos instituciones, incluyendo un Tribunal de Disciplina Judicial, también electo por voto popular, que estaría a cargo de evaluar el desempeño de los jueces durante su primer año de ejercicio. 

López Obrador, cuya popularidad ronda el 70 por ciento, impulsa la reforma sosteniendo que jueces y ministros favorecen la corrupción de cuello blanco y a grupos criminales. Sin embargo la principal destinataria de sus críticas es la Corte Suprema, que frenó total o parcialmente reformas en sectores clave como el energético y de seguridad. López Obrador acusa a los jueces del máximo tribunal de haberse convertido en aliados de la oposición y de tener ingresos por encima de lo legal.

El mandatario mexicano respondió a las manifestaciones de los trabajadores del poder judicial que buscan impedir que el proyecto de reforma salga adelante. "Todo eso que están haciendo es ridículo, están degradando la institución que representan. No va a cambiar nuestra postura, que es la de la mayoría de los mexicanos", señaló López Obrador este miércoles.

Roces diplomáticos con EE.UU.

El embajador estadounidense en México, Ken Salazar, reiteró el martes sus críticas a la reforma alegando que pone en riesgo la relación bilateral. "Si no se hace de manera bien, puede traer muchísimo daño en la relación. Hay muchísima preocupación", dijo el diplomático a periodistas. Canadá advirtió sobre riesgos para la seguridad jurídica de las inversiones. Consultado sobre estas nuevas declaraciones de Salazar, López Obrador evitó hacer comentarios, aunque días atrás ordenó poner en "pausa" los contactos con la embajada estadounidense.

Los reparos son compartidos además por inversionistas enfocados en la moneda, los bonos y las acciones mexicanas, que temen que la reforma pueda "resultar en una politización del poder judicial", advirtió la consultora británica Capital Economics. López Obrador calificó esas expresiones como "injerencistas" mientras que la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, quien asumirá el poder el primero de octubre, rechazó las críticas.

"La reforma al poder judicial no afecta ni nuestras relaciones comerciales, ni las inversiones privadas nacionales, ni extranjeras. Por el contrario, habrá más y mejor Estado de derecho y más democracia para todas y todos", dijo Sheinbaum en la red social X, citando una frase del presidente estadounidense Abraham Lincoln: "La democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo".