Durante la ceremonia de homenaje al director de cine estadounidense Tim Burton, quien fue distinguido con una estrella en el emblemático Paseo de la Fama de Hollywood, la reconocida actriz Winona Ryder ofreció un emotivo discurso que se hizo viral en las redes sociales. "Hiciste que ser una chica rara no solo estuviera bien, sino que fuera algo que celebrar, e incluso, lo volviste algo genial", afirmó la artista.
El autor de destacados largometrajes como El extraño mundo de Jack y El gran pez, entre otras, fue celebrado este martes por colegas, fanáticos y actores de su última película, Beetlejuice, Beetlejuice, que se estrena este viernes en los cines.
En tanto, tras destapar la estrella número 2.788, Ryder y su colega Michael Keaton, protagonistas de la secuela de la película de 1988, celebraron la creatividad, la originalidad y la contribución del cineasta de 66 años.
En aquella jornada, la actriz de El joven manos de tijera expresó unas palabras a su "querido amigo" que emocionaron a los seguidores y se difundieron rápidamente a través de videos en las rede sociales.
"Estoy muy feliz de estar acá para honrar a nuestro querido Tim, quien finalmente obtuvo su estrella. Darle esta estrella es como ponerle una medalla al monte Everest por ser la montaña más alta", afirmó la artista de 52 años al comienzo de su discurso.
En ese sentido, destacó la "hermosa y excepcional comprensión del corazón humano" que posee el director, y señaló su particular habilitad para detectar e interpelar a las emociones profundas del corazón: "el dolor, lo incomprendido, lo extraño y lo inusual", afirmó.
"No sólo lo comprende, sino que lo celebra", remarcó, y añadió: "Ya sean personajes marginados, o bichos raros, aterradores o hilarantes; él les da profundidad, humor, y siempre cierta galantería, y les da su dignidad". Ryder aseguró que los "héroes" de Burton eran "los mismos marginados que él ama".
Sobre qué se siente trabajar con Tim, explicó: "es como ser invitado a deambular por su corazón e imaginación. Es la catedral definitiva y uno de mis lugares más preciados y sagrados para estar, y estoy eternamente agradecida por el tiempo que he pasado allí".
Sin embargo, el cierre de su discurso caló profundo en los corazones del director y los fans: "A título personal, Tim, tu amistad ha sido un regalo enorme. Cuando te conocí, era una niña rara, y tú reafirmaste mi voz, reforzaste mi confianza en ser yo misma, en ir en contra de la corriente del conformismo. Tu inclusión creativa me mostró lo que significa una verdadera colaboración artística. Y, en otras palabras, hiciste que ser una chica rara no solo estuviera bien, sino que fuera algo que celebrar. E incluso lo hiciste algo genial. Y portaste esa antorcha por nosotros, los raros, en todas partes, haciéndonos sentir a todos visibles y valorados. Felicitaciones. Te quiero mucho".
Un legado de película
Tim Burton nació el 25 de agosto de 1958. Creció en Burbank, en el condado de Los Ángeles, y asistió al Instituto de las Artes de California (CalArts), donde estudió animación de personajes y creó sus primeros cortometrajes.
Mientras trabajaba en Disney en 1982, dirigió su primer cortometraje, Vincent, una película en blanco y negro de 6 minutos que narra la historia de un niño introvertido de 7 años llamado Vincent Malloy, que sueña con ser igual que su ídolo, el actor estadounidense Vincent Price.
Bajo su estilo tan distintivo y su temática oscura-gótica, acuñada como "burtoniana", sus obras abarcan numerosos títulos, como El cadáver de la novia, Jim y el durazno gigante, Batman, El joven manos de tijera, ¡Los marcianos atacan!, o El planeta de los simios, entre otras.
Con Sweeny Todd: El barbero diabólico de la calle Fleet ganó en 2007 el Globo de Oro a la Mejor Película Musical o Comedia.
En tando, películas como Ed Wood (1994), La leyenda del jinete sin cabeza (1999), El gran pez (2003) o Alicia en el país de las maravillas (2010) obtuvo numerosos galardones de los Oscar, premios BAFTA y nominaciones y premios Globos de Oro, consolidando su estatus como uno de los mejores cineastas de todos los tiempos.