Este sábado comienza el principal festival autogestivo de tango, el FA CAFF, con la participación de más de 60 agrupaciones de tango contemporáneo. La cita se extenderá hasta fin de mes en el Club Atlético Fernández Fierro (Sánchez de Bustamante 772) con una programación intensa que incluirá la presentación del nuevo disco de la formación anfitriona, el nuevo material de Pablo Jaurena, el debut de la Piazzolla Orquesta dirigida por Daniel Ruggiero y un disco inédito del Peche Estévez y su Buenos Aires Negro, grabado en vivo en 2006 en el auditorio de Radio Nacional.

“La estética del FA CAFF es una estética moderna, contemporánea, autóctona del tango, básicamente es tango independiente y autogestivo”, plantea Walter “el Tano” Coccaro, histórico iluminador del CAFF, devenido también programador del espacio y cara visible del Festival. “Cada grupo pone su impronta, su estética, pero la estética que marca al FA CAFF es la de la resistencia, el escenario con gente plantada tocando y diciendo lo que piensa sin ningún tipo de censura”, señala. “Al mismo tiempo, esas distintas personalidades en el escenario se mezclan y le dan ese tinte único, diferente, que te muestra la posta del tango actual”, desafía.

“Es un tango sin gomina, sin roles, sin mujeres sumisas, un tango de esta época”, define la cantante Marisa Vázquez, que participará del festival en esta noche inaugural y que también fue parte de la producción. “Lo que nos convoca al FA CAFF es esta maravillosa familia de gente que está escribiendo, componiendo, cantando, bailando incluso, para contar otra historia, si está esa aseveración de que el tango se durmió una siesta, acá el tango está despertando”.

“Es un festival de resistencia cultural, es colectivo, es alternativo a lo tradicional e industrial, es lo mejor que nos puede pasar en estos tiempos”, sintetiza el también cantante Diego Bergesio, de Siniestra.

Esta sexta edición del FA CAFF es especial porque coincide con el vigésimo aniversario del espacio que lo alberga. El Club Atlético Fernández Fierro, surgido cuando la orquesta buscaba un lugar fijo para tocar, cansada de arrastrar un piano por las calles empedradas de San Telmo, devino en baluarte del tango independiente –y de otras expresiones musicales alternativas, también-. “Ahora este espacio es para esa gente que está en el mismo momento que la Fierro entonces, buscando lugares para tocar, que te exigen un montón de cosas por poca plata, acá le damos ese espacio, que suenen bien y que al final de la noche tengan su bordearaux, porque más allá de que nos gusta, esto es un trabajo y hay muchas familias que tienen que cobrar un sueldo para paliar este momento tan difícil”, plantea el Tano.

“Nosotros estamos muy acostumbrados a autogestionarnos, a tener producciones independientes. Pero dentro de este contexto sociopolítico la cultura es un artículo de lujo”, reflexiona Vázquez. “Con el tema de la inflación, para la gente la cultura pasa a un segundo plano porque primero hay que cubrir las necesidades básicas. Y entonces mucha gente del under que vive de esas producciones independientes, de su música, no está pudiendo hacerlo”, advierte la cantante. “Seguramente es uno de los sectores más relegados de la política inhumana que atravesamos con este gobierno. Un país que deja a la gente afuera, que deja a los jubilados afuera, como está sucediendo en este momento, no puede ser un país mejor”.

El diagnóstico del contexto que ofrecen los artistas es duro. Bergesio señala la tendencia a reducir los grupos y formatos. “Dúos y solistas tienen más facilidades para tocar, pero también es más difícil llevar gente, por eso es muy importante bancar como podamos estos espacios y a los proyectos que todavía salen a tocar, hay mucho laburo atrás de cada persona para que el engranaje cultural y contracultural siga girando”.

Para el Tano, más allá del contexto económico adverso, el under está en su lugar. “Como en todo momento, siempre está recluido a un costado, abajo, luchando contra todos los intereses, contra el capitalismo, las productoras, los espacios; a las bandas que recién empiezan les cuesta mucho expresar su música, sus letras, sus composiciones, y en este momento tan delicado del país a nivel social, cultural, económico, político, todo se les hace mucho más difícil, porque este gobierno no sólo provoca y ataca a la cultura en todas sus disciplinas, sino que vemos la represión como con los jubilados, la censura y todo lo que está sucediendo, cosas que hacen acordar épocas que me ponen la piel de gallina”, advierte. “Por eso tenemos que buscar todas las soluciones nosotros y por eso el FA CAFF siempre es un lugar de resistencia, de gente que se une para juntar sus fuerzas y ser más poderoso ante el sistema”, se entusiasma. “Lo que queremos en esta época en que nos van sacando derechos, es que nadie nos pare, que los artistas puedan expresarse en el FA CAFF. El under ya somos todos”.