“Creo que el público tanguero es mucho más flexible y mucho más abierto de cabeza de lo que creemos a veces y este festi también fue creado con esa idea”, plantea la bailarina Sol Orozco, una de las organizadoras del Garufa Tango Fest que se celebrará este sábado a partir de las 20 en el Centro Asturiano (Solís 485). La propuesta inició el año pasado en una locación de Palermo y, adaptándose a las condiciones del contexto, mudó sede y reorganizó su desarrollo. Pero el espíritu de fondo se mantiene: ser un encuentro milonguero que intenta llevar la cosa un paso más allá que el resto. 

Si otros encuentros del estilo se limitan a algunas exhibiciones de danza de bailarines consagrados y la participación de un par de orquestas de las que replican los éxitos del pasado, el Garufa no sólo agrega varias orquestas, también articula la propuesta de DJs de estilos marcadamente distintos. Así, el enfoque más tradicional de Daniel Vilariño este año contrastará con el set de mujeres de Camila Arriva (que deja su rol de cantante por una noche y toma las bandejas) y la participación de Fran Borra, co-organizador del festival de electrotango y habitual DJ de pistas alternativas del circuito.

La pista será además mayoritariamente para los milongueros. Sólo habrá una intervención y será del grupo de baile interdisciplinario Tres en Tango. Por lo demás, sonarán varias orquestas, como Los Reyes del Tango, la Orquesta Romántica Milonguera, la San Osvaldo Orquesta, el quinteto de guitarras Caggiano en París, y La Santa Calavera. “No creo que el milonguero promedio lo único que quiera es escuchar Di Sarli en el orden del ‘40 y no del ‘50 y que es ‘Caló o nada’”, celebra Orozco. “Además, es tan bueno el material artístico que tenemos que podemos superar el pequeño prejuicio que puede darse sobre los gustos más comunes”.

El formato de Garufa es inusual para el circuito del baile social. Ofrece una grilla artística nutrida en una sola jornada y no se monta sobre milongas ya existentes. “La experiencia del año pasado fue tan buena que decidimos repetirlo este año pese a las terribles condiciones socioeconómicas que estamos viviendo en el país”, señala la bailarina. Por eso mismo, explica, partieron de la idea de fiesta de Carnaval, como las de antes, a la hora de concebir la propuesta. “Creo que necesitábamos un motivo para festejar, queríamos un lugar en el que pudiéramos por un momento olvidarnos de todo, del dólar, de la inflación, de la violencia en las calles, de la falta de derechos y demás, es decir: que sea esa fiesta de carnaval, que te permite por un momento olvidarte de todo, soltar todo”.