Desde Roma

Son hasta ahora 33 los inmigrantes desaparecidos cerca de las costas europeas esta semana, 12 en el Canal de la Mancha que separa Reino Unido de Francia, y 21 en el Mediterráneo central, frente a las costas de Libia y de la isla italiana de Lampedusa. Estos desaparecidos se agregan a otros números alarmantes: desde 2014 han muerto en el Mediterráneo 24.000 personas, según datos oficiales.

Y todo esto sucede además a pocos días del 3 de octubre, día que se recuerda la más grande tragedia de inmigrantes en el Mediterráneo, porque ese día de 2013 murieron 368 migrantes venidos de África, que habían partido de Libia.

Mientras tanto el gobierno derechista italiano, guiado por la primera ministra Giorgia Meloni, tiende a bloquear el accionar de las naves de organizaciones no gubernamentales que ayudan a los migrantes en el Mediterráneo, como Geo Barents de la organización internacional Médicos sin Fronteras, acusándolos de favorecer el tráfico de migrantes. Según Médicos sin Fronteras, que sigue luchando, uno de los sobrevivientes de este naufragio estuvo tres días agarrado a una barcaza dado vuelta con otros 6 sobrevivientes mientras la otras 21 personas morían ahogadas, entre ellos 3 niños.

La barca, con 28 personas, mayormente de Siria y Sudán, había partido de Sabratah en Libia, el pasado 1 de setiembre por la tarde, según contaron los sobrevivientes. Al parecer fueron transportados primero en un camión o algo similar hacia el mar porque la ciudad no está pegada al Mediterráneo, y luego cargados en la barca. Y después de un día de navegación, la condiciones del mar dieron vuelta la barcaza, todavía en aguas territoriales de Libia.

Los siete sobrevivientes rescatados por la Guardia Costera italiana, todos de origen sirio, fueron alojados en un centro de Lampedusa (el territorio italiano más cercano a Libia) llamado Imbriacola, y allí tratados médicamente también.

La búsqueda de los 21 desaparecidos continuó este jueves en el mar con un avión guiado por la Guardia Costera italiana.

Aparte de que los migrantes viajan en barcos precarios, a veces inflables, donde los traficantes de seres humanos amontonan a decenas de personas, esta semana el mar estaba y está particularmente agitado con tormentas y relámpagos que han producido inundaciones y desmoronamientos en varios países europeos, en particular Italia, y con olas en el mar que a veces llegaban hasta casi tres metros de altura.

En lo que va del año, según datos del Ministerio del Interior italiano, han desembarcado en las costas italianas más de 43.000 personas. En 2023 desembarcaron en total 115.177.

En el Canal de la Mancha

En el Canal de La Mancha desaparecieron el 3 de setiembre 12 personas, en su mayoría mujeres jóvenes, una embarazada, y algunos niños. La embarcación transportaba a decenas de migrantes que se habían confiado en una organización de traficantes para intentar llegar ilegalmente a Gran Bretaña desde las costas francesas.

Más de 50 personas fueron rescatadas, algunas heridas, según informó el ministro del Interior de Francia, Guirec le Bras, en una rueda de prensa. Desde Boulogne Sur Mer, al norte de Francia, se coordinaron las tareas de rescate.

La mayoría de estos migrantes eran originarios de Eritrea y de otros países del Cuerno de África al que pertenecen estados como Etiopía y Kenia.

Fuentes londinenses precisaron por su parte que, pese al mar agitado, unas 200 personas han partido de Francia en estos días para tratar de llegar al Reino Unido.

Si bien el nuevo gobierno laborista del Reino Unido, liderado por Keir Starmer, está en contra de los desembarcos ilegales venidos de Francia, está también en contra del plan organizado por el pasado gobierno conservador de los Tories, que proponía enviar a Ruanda a los migrantes llegados ilegalmente. Starmer quiere concentrar su atención en el combate contra los traficantes de seres humanos y promueve un nuevo plan para desmantelar las bandas de traficantes y aumentar la seguridad en las fronteras.