En septiembre, la Inteligencia Artificial (IA) vuelve a ser un asunto para reflexionar, debatir y aprender en la agenda porteña. Desde el miércoles 4 y hasta el sábado 7, el Goethe-Institut organiza en varios lugares de la ciudad el festival “Creatividad, educación e IA: nuevas perspectivas sobre la convivencia”. Al mismo tiempo, el CCK se encuentra llevando adelante el ciclo “Los oficios del arte digital”. Si bien comenzó el pasado 31 de agosto, el evento, que se hará todos los sábados de septiembre en la institución erigida en Sarmiento 151, concluirá el 28. A través de diversas actividades, sendas iniciativas, cuya entrada es gratuita (aunque con cupos limitados), coinciden en la concientización del avance e incidencia de este campo de la informática en las formas clásicas de la creación.
“Creatividad, educación e IA: nuevas perspectivas sobre la convivencia”, parte de la hipótesis de que “la inteligencia artificial pareciera estar remodelando todas las facetas de nuestras vidas”. Es por eso que su grilla propone establecer modelos de pensamiento para la educación, las normas y leyes que regulen su uso. Lo que aún es posible en esta época. El temario del festival que preparó el Goethe-Institut fue diseñado para ahondar en el aprovechamiento de IA en la gestión de procesos creativos y en la comprensión de las transformaciones en el ámbito de la traducción. A partir de la transformación de metodologías, experiencias pedagógicas y soluciones innovadoras.
Los distintos paneles y workshops, que se desenvuelven en paralelo a las exposiciones de arte y las performances en vivo, tienen como ejes temáticos “IA en entornos educativos”, “IA y la traducción” y “El papel de la IA en la creatividad”. “Estamos en proceso de ver cómo convivimos con estos nuevos desarrollos. No sabemos a dónde nos van a llegar, pero hay dos temas de la IA hoy: es una creación humana, y por lo tanto necesita de mucha reflexión de cómo hacerle buenas preguntas y de perderle el miedo”, explica Daniela Gutiérrez. El festival, orientado a educadores, artistas, tecnólogos, profesionales y un público interesado en la convergencia de la IA, recibirá este viernes, en la sede del Goethe-Institut (Av. Corrientes 343), a las 17, la conferencia “Traducción literaria e IA”.
Mientras que en Artlab (Roseti 93) se realizarán los conversatorios “Desnudar la caja negra: prácticas artísticas cocreativas con IA” (20 hs) y “Sesgos, cultura e IA” (18.30), así como el taller de taller de creatividad y fotografía artística “Promptografía: Cómo la IA está definiendo el futuro de la fotografía y el video” (16.30). Este último estará a cargo del fotógrafo alemán Boris Eldagsen (cuenta con traducción simultánea), quien el año pasado fue noticia tras rechazar el prestigioso premio de fotografía Sony World Photography Awards, que ganó con una imagen generada con la ayuda de inteligencia artificial. “Nunca esperé ganar ese premio. Tampoco pensé que me daría a conocer en Argentina por esa noticia”, se sincera el artista, en su primera visita a Buenos Aires.
“En Alemania tenemos una organización paraguas de asociaciones de fotógrafos profesionales, y en ella hay un grupo de trabajo sobre IA donde discutimos lo que significa esta nueva tecnología y el impacto que tendrá en el futuro”, esclarece Eldagsen. “Hace tres años, revisé las pautas de los grandes concursos, vi que no cambió nada y me presenté en el concurso. Sony no quiso decir nada al respecto, y entonces lo hice yo”. A propósito de esto, el taller que brindará en la tarde del viernes abre “un panorama sobre las posibilidades actuales de la generación de imágenes con IA y sus consecuencias para las profesiones creativas y la sociedad”. La promptografía es un término que surgió hace tres años, y con el que se generan imágenes por inteligencia artificial mediante instrucciones en texto llamadas ‘prompts’.
Al encarar el juicio de valor ético en el rubro, el invitado internacional del festival advierte que el problema de los derechos de autor está pasando de los proveedores de esas herramientas a los usuarios. El fotógrafo alemán, que el miércoles dio un taller de deepfake para fotoperiodistas, también participará el sábado en el panel “¿Condena o florecimiento?: El futuro de la creatividad después de la IA”, a las 18.30, en el Centro Audiovisual Inmersivo (Av. Jorge Newbery 3039). Ese día, en el Goethe-Institut, desde las 14, estarán las conferencias “IA y competencias para la educación en el futuro” y “Competencias en IA para el trabajo”. Más tarde, a unas pocas cuadras de ahí, en el CCK se consumará a las 17 la charla “Los roles técnico-artísticos en el ecosistema cultural”, como parte de “Los oficios del arte digital”.
“Durante este año, en el Centro Cultural desarrollamos un programa de Arte y Tecnología que pone el foco en la aplicación de la inteligencia artificial a las artes”, arguye Natalia Uccello, programadora de la entidad. “El programa dio lugar a diversas exposiciones e intervenciones, destacándose especialmente en nuestra sala inmersiva”. En cuanto al ciclo que se puso en marcha este mes, la profesional alega: “Está dirigido a creadores y profesionales del ámbito artístico con el objetivo de remarcar el valor de este quehacer: una labor irreemplazable que se ve enriquecida por los nuevos lenguajes y herramientas que la tecnología ofrece. Como espacio público, creemos que la exhibición de creaciones artísticas debe ir acompañada de instancias de formación y visibilización de la diversidad de roles que existen detrás de cada proyecto”.
Tras el conversatorio de este sábado (con base en el Auditorio 511), moderado por Julieta Agriano y que tendrá como invitados a Malén Bruna, Juan Pablo Ferlat y Julia Posada; el 14 de septiembre el ciclo continuará con la charla “Residencias internacionales de arte digital”, donde participarán Valeria Zamparolo, Andrés Knob y Melina Berkenwald. El 21 se realizará el taller “Arte en colaboración con máquinas”, a cargo de Ángel Salazar, y el 28 será el turno del taller de vjing “Creación y mezcla de visuales en vivo”, dictado por Dana Cozzi. Todas las actividades acontecerán a las 17. “Aspiramos a despertar el interés en las generaciones más jóvenes, mostrando cómo estas innovadoras creaciones no sólo son una expresión artística, sino también posibles caminos laborales”, concluye Uccello.