“El transcurso del tiempo modifica el lugar de los hechos”. Esa simple comprobación fáctica fundamenta un nuevo pedido urgente que hizo la familia Maldonado a la justicia para que convoque a expertos de universidades nacionales para volver a examinar el lugar donde fue encontrado el cuerpo sin vida de Santiago, el 17 de octubre. “La urgencia de la petición es que preocupa a esta parte que la demora en obtener esta información sea un factor determinante a garantizar la impunidad de los hechos denunciados”, concluye el escrito presentado por Sergio Maldonado.
Al día siguiente del hallazgo del cadáver de Santiago el juez federal Gustavo Lleral se negó a regresar a ese sitio aduciendo que sus auxiliares, buzos y policías de criminalística, podrían ser agredidos por la comunidad mapuche que vive allí. En rigor, algunas de las 22 personas que participaron del procedimiento declararon que recibieron piedrazos cuando se retiraban, cerca de las 21. Pero el cuerpo fue encontrado al mediodía y en el lapso que transcurrió entre un momento y otro el magistrado no dispuso ninguna de las acciones que le proponían Sergio Maldonado y su abogada, Verónica Heredia. A un mes de la aparición del cadáver, los Maldonado aún no consiguieron que la justicia ordene las medidas de prueba que apuntan a esclarecer las dudas que tienen sobre la posibilidad de que haya sido plantado.
El juez Lleral, subrogante en la causa por la desaparición y muerte de Santiago Maldonado desde que Guido Otranto fue separado por falta de imparcialidad, convocó para el 24 de noviembre a los peritos oficiales y de parte con el fin de conocer los resultados de la autopsia y realizar alguna conclusión en relación con la forma en la que murió el joven, visto por última vez mientras varios escuadrones de Gendarmería reprimían una protesta mapuche. “Si bien tal conclusión revelará algunos datos importantes, lejos estará de poder arribar a certezas sobre la fecha y mecánica de su muerte; como tampoco si el lugar en el que se halló el cuerpo es un lugar primario o secundario; entre otros puntos”, dice el pedido al que accedió PáginaI12. En criminalística, primario es el sitio donde ocurrieron los hechos y secundario se denomina al lugar donde aparece un cuerpo pero que no es el mismo donde se produjo la muerte.
La familia sostiene que no hay información sobre el lugar en el que fue hallado el cuerpo, a saber, el cauce del río, la existencia o no de pozos y el ramaje. De hecho, el buzo que lo encontró, suboficial de la Prefectura Rodolfo Altamirano, declaró en su testimonial del 31 de octubre que “se obvió la parte de batimetría (medir la profundidad y el fondo) porque se ordenó preservar el lugar por el hallazgo”.
El hallazgo no fue filmado, recién a las 16 llegó y activó su cámara Facundo Castaño, de la división Exteriores de Video de la Policía Federal. El encargado de fotografía llegó a la misma hora. En ese contexto, el hermano y la cuñada de Santiago, junto a los miembros de la comunidad Pu Lof Resistencia Cushamen, exigían datos precisos sobre las características del río, el agua y la vegetación porque en el lugar donde apareció el cuerpo los mapuches recogen agua, porque la abogada Heredia y el perito Alejandro Incháurregui habían estado allí tres días antes y no vieron nada, y porque el 1º de agosto el sitio era casi orilla por la poca profundidad.
Dijo Maldonado en su pedido urgente: “Estos datos fueron los que le pedí el 18 de octubre, al día siguiente al hallazgo del cuerpo sin vida de Santiago, al juez subrogante a través de mi abogada patrocinante y el perito de parte. Ese día se presentaron en su despacho a requerirle que concurriera junto a buzos e investigadores a dicho lugar a fin de obtener tal información. El señor juez subrogante afirmó que no volvería a ese lugar porque no contaba con gente para realizar tales tareas por la alegada violencia desplegada por los miembros de la comunidad el día anterior.” Entonces Maldonado propuso a fin de llevar adelante esta tarea, que solicite la colaboración del agrimensor Gerardo Nadalich, de La Plata. “Para determinar el comportamiento hidrológico del río en el tramo y durante el período de los hechos, 1 de agosto a 17 de octubre de 2017, asociado a las dinámicas de las riberas tanto física como biológica, propongo se requiera colaboración a través de los especialistas en la materia a la Universidad Nacional de la Patagonia, sede Esquel”, planteó también.
Una de las quejas de Sergio Maldonado es que el departamento de Agua de la provincia de Chubut se negó a dar información sobre la temperatura del río. Según publicó el periodista Juan Alonso (Nuestras Voces), Roberto Lech, director general de Aguas de la provincia de Chubut, manifestó que ese organismo carece de información al respecto. Así lo informó por teléfono al juzgado la secretaria de la fiscalía, Rafaella Riccono, la esposa del ex juez del caso, Guido Otranto.
El agente Castaño aportó en su testimonial que fue tomada una muestra de agua de la bolsa que contenía el cuerpo sin vida de Santiago, cuando lo sacaron en la morgue de Esquel. Los policías Nicolás Vega y Juan Pablo Accorinti dijeron que tenían previsto tomar una muestra del agua del río Chubut y medir su temperatura en presencia del juez y las partes pero que “dicho muestreo no pudo ser concretado por los incidentes” con los mapuches, que habrían ocurrido cerca de las 21 cuando ya se retiraban. Nadie les preguntó por qué razón para hacerlo debían esperar a que retiraran el cuerpo de Santiago, que fue encontrado a las 12.25.