La hija de Gisèle Pélicot, la mujer francesa que inició un juicio contra su marido y más de 50 hombres por violaciones realizadas durante casi diez años, reveló al momento de declarar en el tribunal penal de Aviñón que también habría sido víctima de crímenes sexuales de su progenitor, Dominique Pélicot.
Caroline Darian, el pseudónimo que utiliza la mujer para proteger su identidad verdadera, explicó al tribunal que el 3 de noviembre de 2020, un día después de que su madre le revelara la trágica noticia de su abuso, la policía le informó de otra traumática situación que la involucraba directamente.
"Descubrí que mi padre me fotografió, a escondidas, desnuda", afirmó la hija de la víctima y el victimario. "¿Por qué?", preguntó Darian, en sentido retórico. También afirmó que era inconsciente de aquella situación, por lo que sospechaba que también pudo haber sido drogada para esos fines, como su madre.
Durante los 20 minutos que tardó en declarar, la mujer, de 45 años, explicó los detalles de cómo supo sobre las violaciones a su madre y el abuso sexual del que fue víctima por parte de su padre.
Según recordó, el 2 de noviembre de 2020 su vida “cambió”. Su madre la llamó por teléfono para contarle lo que la policía descubrió a partir de una investigación paralela. Los crímenes sexuales ocurrieron durante 10 años, entre julio de 2011 y octubre de 2020 específicamente, en la casa en la que el matrimonio convivía, en Mazan, una pequeña ciudad al sur de Francia.
“Mi madre me dijo: 'He pasado casi todo el día en la comisaría. Tu padre me drogaba para violarme con desconocidos. He tenido que ver fotos'”, según el relato de la hija. Caroline precisó que su "vida" cambió "a las 20.25 de ese día", y apuntó: "Hay un antes y un después de ese momento. Tenía la imagen del hombre que creía conocer, cariñoso, sano, considerado, demostrativo, en quien nunca detecté un gesto inapropiado. Me golpeó como un verdadero cataclismo”.
Después del primer shock, llamó a sus dos hermanos, según relató. "Estábamos indefensos. Lloramos. No comprendíamos lo que nos pasaba. Sufrimos un dolor que no se lo deseo a nadie”, explicó entre lágrimas. Pero el horror no terminó ahí. Al día siguiente acudieron a la comisaría, y la policía les brindó los detalles: se había constatado que "entre 30 y 50 hombres" habían violado a su madre, durante casi una década. Con el tiempo se descubriría que el número de abusadores es mayor, aunque sólo se logró identificar a 50.
Además, Darian contó al tribunal que ese día la policía le enseñó dos imágenes de una mujer desnuda que aparentaba estar dormida, que en principio no reconoció. “Vimos sus nalgas en primer plano. Esta mujer dormía en posición fetal. No la reconocí”, afirmó. Luego, reveló que le habían indicado que era ella.
“¿Cómo te reconstruyes cuando tu padre es uno de los mayores criminales sexuales de los últimos veinte años?”, reflexionó ante la mirada de los jueces.
La mujer es autora del libro Dejé de llamarte papá, que publicó en 2022 para la editorial JC Lattés. "Caroline Darian, una mujer de pie, relata esta explosión, el peligroso vértigo de descubrir que un ser querido, su padre, es capaz de lo peor. También alerta sobre el sometimiento químico, cuando el botiquín de casa se transforma en el arma favorita de los violadores... Desde la publicación de su testimonio, fundó la asociación "MendorsPas, stop al sometimiento químico", con el fin de hacer campaña por mejor atención a las víctimas y formación de los profesionales de la salud", indica la descripción del libro.
Una mente siniestra y más de 50 degenerados bajo la mira de la Justicia
Esta semana, el juicio en Aviñón que Gisèle Pélicot inició contra su esposo, Dominique Pélicot, y otros 50 acusados, sumó un importante capítulo. La mujer, que denunció a su pareja por drogarla para que otros hombres la violaran estando inconsciente, acudió ante el tribunal para declarar, y pidió que el proceso fuera público "en nombre de todas esas mujeres que tal vez nunca serán reconocidas como víctimas".
"Para mí el mal está hecho", señaló la víctima, de 71 años, en su primera intervención ante el Tribunal de lo Criminal del departamento de Vaucluse. Según los periodistas presentes en la sala en la cuarta jornada del juicio, su voluntad es que con su testimonio "ninguna mujer sufra esta sumisión química".
"Creo haber dicho todo lo que podía decir. Es un ejercicio que no es fácil", aseguró en unas declaraciones a la prensa al salir del Palacio de Justicia de Aviñón. A esa dificultad se añade "la presión" de los abogados de los acusados, ya que sintió que querían tenderle "trampas" con sus preguntas. "He intentado responder lo mejor posible. Hace falta luchar hasta el final. Este proceso va a durar cuatro meses", concluyó.
Según consta en la causa, Gisèle Pelicot, fue violada múltiples veces entre 2011 y 2020 por decenas de hombres que su marido --con quien está en proceso de divorcio-- había contactado con ese fin, ya que estaba en estado de inconsciencia, bajo los efectos de ansiolíticos.
Todo se descubrió en septiembre de 2020, por otro motivo: Dominique Pélicot fue detenido por los vigilantes de un supermercado de la ciudad de Carpentras, por haber filmado bajo la falda de varias mujeres.
Cuando los policías fueron a analizar su material informático en su computadora, se toparon con miles de fotos y vídeos en los que aparecía su mujer inconsciente, y se veían los abusos a los que había sido sometida. Gisèle consideró este jueves ante el tribunal que "los policías" le habían salvado "la vida".
La mujer, quien remarcó que "durante 50 años" años de matrimonio "siempre" había apoyado a su marido, sintió que su mundo "se hundió" el 2 de noviembre de 2020, cuando los convocaron a los dos en comisaría y le enseñaron los archivos que le habían descubierto.
La víctima contó que en un primer momento le costó reconocerse, que se vio "inerte", "dormida" y que se dio cuenta de cómo abusaban de ella: "Violación no es la palabra correcta, es barbarie", aseveró.
"No son escenas de sexo, son escenas de violaciones. Hay dos o tres encima de mí y yo estoy inerte", relató la víctima antes de insistir en que "me sacrificaron ante el altar del vicio".
También criticó la postura de la mayor parte de los que comparecen como acusados, que alegan no haber sido conscientes de que estaba drogada y de que no había consentimiento de su parte. "Esos hombres me mancillan, se aprovechan de mí. Y ni uno solo se dice que hay algo raro", añadió.
Gisèle Pélicot aseguró que nunca había practicado sexo en tríos ni intercambio de parejas y afirmó haber quedado "estupefacta" cuando se enteró de las agresiones sexuales de su marido que, "en 50 años de vida común, nunca tuvo gestos obscenos".
En total, además de Dominique Pélicot, hay otros 50 hombres que fueron identificados y que están siendo juzgados por el delito de violación agravada, que está penado con hasta 20 años de cárcel.