El represor Alejandro Domingo D’Agostino está en prisión domiciliaria desde 2012. En lo que va del año, D’Agostino salió de su hogar en diez oportunidades sin tener la autorización del tribunal que en 2017 lo condenó a prisión perpetua. D’Agostino es uno de los símbolos del horror: fue uno de los aviadores que piloteó el vuelo de la muerte en el que fueron asesinadas las Madres de Plaza de Mayo, las monjas francesas y otros siete militantes que se reunían en la Iglesia de la Santa Cruz. Todas las víctimas fueron señaladas por Alfredo Astiz, el genocida con quien se fotografiaron seis diputados de La Libertad Avanza (LLA).