Tras años de gestiones y mediante el Consejo General de Educación, la provincia de Buenos Aires aprobó un modelo curricular inspirado en la escuela para jugadores de Estudiantes de La Plata, que fue reconocida como la primera institución en contar con una secundaria de este tipo en todo el país. Se trata de la Educación Secundaria con orientación en Educación Física de cuatro años de duración para deportistas federados, ideada e impulsada por el "pincharrata" en 2015, cuando se convirtió en el único club del fútbol argentino en contar con un novedoso modelo de bachillerato, que obliga a los jugadores de inferiores a finalizar sus estudios secundarios.
El director general de Cultura y Educación de la Provincia, Alberto Sileoni, ya entregó al club la Resolución N° 2106/24 del Poder Ejecutivo bonaerense, que estableció de manera definitiva la modalidad de cursada que impulsó el club de 1 y 57.
"Teníamos muchas dificultades para garantizar que nuestros jugadores mantuvieran su escolaridad, porque hay pibes que vienen del interior, que están lejos de sus familias, y era una tarea del club tratar de buscarles colegios de la zona, revisar las vacantes, y garantizar que no abandonaran", dice Patricio Llorente, secretario de Cultura y Deportes de Estudiantes de La Plata. Por ese motivo, y sobre la infraestructura de la escuela existente, el "pincha" decidió crear una escuela especialmente para jugadores y a contraturno, ya que a partir de novena división, los planteles de inferiores entrenan por la mañana.
Estudiantes apeló a una formación secundaria de características particulares. El secundario para jugadores cuenta con una currícula de cuatro años y no de seis como el resto de las escuelas. Ahora, el Gobierno de la Provincia reconoció este tipo de enseñanza de manera oficial, ya que "para que el título tuviera validez, las autoridades bonaerenses tenían que reconocer la escuela, el modelo curricular, el título y demás, de acuerdo a algunos estándares que son nacionales y que están regidos por regulaciones, leyes y resoluciones nacionales", según explica Lorente, que agrega que, desde 2015 hasta hace algunos díaz, el de la secundaria de Estudiantes estaba definido como un "modelo experimental".
Estudiantes de La Plata tiene una escuela que cuenta con nivel inicial, primario, secundario, e incluso terciario, pero nació siendo un jardín de infantes en 1999. En el marco de esa escuela, y luego de desarrollar todos los niveles educativos, diez años atrás y por iniciativa de la primera gestión presidencial de Juan Sebastián Verón, la institución platense creó, a contraturno, un secundario para los jugadores de las categorías juveniles.
Lorente es secretario general de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). En diálogo con BuenosAires/12, cuenta que aquella idea de Verón, que cumplirá diez años en marzo de 2025, surgió por un problema común a todos los clubes. Los juveniles de las inferiores entrenan un deporte de alta competencia como el fútbol, que es su prioridad y su proyecto de vida, pero son muy pocos los que llegan a transformarse en jugadores profesionales de primera división, ya que categoría tras categoría, el embudo se hace cada vez más angosto y es muy bajo el porcentaje de deportistas que alcanzan a firmar un contrato. Esta situación, ya conocida en el mundo del fútbol, acarrea otro problema, que es la continuidad escolar de los jóvenes.
Según explica Lorente a este diario, hasta la oficialización de la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense, el título que obtenían los jóvenes de inferiores "era válido, pero el modelo de la escuela y su reconocimiento eran provisorios". "La escuela funcionó estos diez años como un modelo experimental, que como cualquier modelo de este tipo en educación tuvo un estatus provisorio, pero en algún momento debía definir si se consolidaba o no, que es básicamente confirmar si funcionaba o no", detalla el dirigente de Estudiantes.
Lorente aclara que la resolución de la cartera educativa provincial "no es a medida de Estudiantes", sino que el área conducida por Sileoni formuló "una currícula pensada para deportistas de alto rendimiento de cualquier deporte", cuestión que quedará a criterio de cada club, pero que en en caso de la institución presidida por Verón, "está pensado para todos los jugadores de inferiores, pero sobre todo para que los chicos que no llegan a firmar su contrato se vayan del club con un título secundario con validez nacional".
El modelo curricular que ideó Estudiantes, además de contar con cuatro años, tiene otra particularidad que lo diferencia del resto de las currículas educativas de la provincia de Buenos Aires. En todas las escuelas, los cursos están compuestos por chicos y chicas que pueden haber nacido en dos años distintos.
Actualmente, el primer año de cada secundaria está compuesto por aquellos que nacieron entre el 1 de julio de 2011 y el 30 de junio de 2012. Sin embargo, en el bachillerato del "pincha", los estudiantes están divididos por año calendario, como en las mismas inferiores. Los 2010 van a un curso, los 2009 a otro, y así sucesivamente. Lorente explica que el hecho de que cada categoría estudie junta tiene como fin "consolidar los grupos".
Si bien hay instituciones que tienen escuelas como Gimnasia Esgrima La Plata, Vélez, River Plate o Racing, a partir de ahora cualquier club de la provincia de Buenos Aires que quiera avanzar en una escuela de éstas características podrá hacerlo.
Si bien los clubes mencionados tienen sus propias escuelas, "no hay ninguna experiencia como la de Estudiantes en todo el país, donde todos los jugadores tienen que hacer el secundario en el mismo predio a partir de una currícula adaptada", advierte Lorente, que explica que "lo más novedoso es esto es la exigencia de estudiar", porque si el jugador "está bajo en más de tres materias, ese fin de semana será convocado".
Estudiar, como condición para jugar
Lorente subraya que la relación entre la escuela y los profesores de las categorías inferiores "es muy intensa", ya que existe "mucha relación" entre los responsables del fútbol amateur y la escuela. La directora de todo el nivel secundario de Estudiantes es Fernanda Gende, pero del bachillerato de jugadores está a cargo la vicedirectora, que es Belén Olivero.
Ambas tienen responsabilidad directa y sostienen un vínculo constante con los jugadores y los técnicos, ya que "todas las partes saben lo fundamental que es estudiar dentro de sus responsabilidades", según Lorente, que amplía: "Estudiar o no es lo que condiciona su convocatoria para el partido del próximo fin de semana. Es así, hay reglas de juego que nuestros jugadores conocen, y que además están legitimadas por la convicción de los entrenadores, de los responsables del fútbol y de la propia escuela. Aunque seas Messi, acá tenés que estudiar, y le quemamos la cabeza para que eso pase, porque si quiere cumplir con todas las exigencias del entrenamiento, ir a la escuela es una de ellas, y debe darle pelota y hacerlo responsablemente".
Leandro Testa es ayudante de campo de la categoría Reserva, que es el paso previo al plantel profesional de primera división. Él nació en General Belgrano y realizó las divisiones inferiores en el "pincha", donde debutó como jugador profesional. Testa, que se convirtió en ídolo de Nueva Chicago tras lograr dos ascensos con esa camiseta, y explica que la importancia de estudiar "resalta porque estamos en una sociedad cada vez más degradada y complicada, y como lamentablemente el fútbol profesional es para pocos, hay que ser alguien en la vida y para eso están los estudios".
Antes de llegar al cuerpo técnico de reserva, Testa dirigió novena y séptima división. "Lo bueno del club es que siempre estás en contacto con la gente que trabaja en la escuela, porque hay casos de profes que están en inferiores y son preceptores en el bachillerato, o el utilero de juveniles que es profesor de historia, y eso genera un contacto permanente, por lo que es imposible que se te escape la actualidad de cada chico en el colegio", explica el entrenador, que describe su comportamiento: "Nosotros juzgamos mucho la actitud del chico con la escuela, y lo tomamos como un partido. Se puede equivocar mil veces, pero lo tiene que intentar, entonces si vemos que le cuesta con el estudio pero le pone empeño y tiene una buena devolución de los profesores, no pasa nada, pero cuando vemos que no le pone ganas, o sabemos que tiene capacidad y es vago, ahí sí lo dejamos sin jugar, porque al chico, de la forma que más le entrás, es sacándole la pelota".
Mientras prepara el clásico de Reserva que jugarán contra Gimnasia el próximo sábado, Testa advierte que el bachillerato para jugadores "es una idea espectacular", pero "resulta indispensable la comunicación constante ente las autoridades". "Este es un granito de arena que aporta el club a la sociedad, para que los chicos salgan con un título", sostiene el entrenador, que como ayudante de Reserva, que es la categoría más grande de juveniles, insiste a los jóvenes con la idea de que sigan en la facultad y estudien una carrera. "Le remarco a los chicos que el tiempo les alcanza, y hago hincapié allí porque incluso hay cada vez más carreras relacionadas con el deporte, y tienen que aprovechar que Estudiantes le abre mucho las puertas a chicos que no llegaron a primera para que trabajen en el club. Muchos están en la seguridad del estadio, en el country, o mismo en el fútbol amateur", describe Testa a BuenosAires/12.
Ovaciones: del estadio al aula
En la escuela de Estudiantes se ven cosas maravillosas. En el último año del secundario hay chicos que no sólo juegan en reserva, sino que incluso ya fueron convocados a primera división, y hasta debutaron como jugadores profesionales. Unos de los casos más recientes es el de Axel Atum, que al día siguiente de vestir la camiseta del "pincha" en el triunfo 2 a 0 frente a Vélez Sársfield, ingresó a la escuela ovacionado por un pasillo de compañeros que gritaban "olé, olé, olé, olé, Axel, Axel", y se fundió en un abrazo junto a una maestra, mientras de fondo sonaba "dale león, dale león". Otros jugadores que pasaron por el bachillerato y que integran el plantel actual son Santiago Ascacibar, Gastón Benedetti, Santiago Flores, y Bautista Kociubinski. Y más atrás en el tiempo, Nazareno Colombo, Facundo Mura, Ezequiel Naya y Darío Sarmiento son otros futbolistas que pasaron por la institución y que luego se desempeñaron como profesionales.
La escuela de Estudiantes de La Plata funciona como cualquier escuela de gestión privada, con la diferencia de que al jardín de infantes, al nivel primario, e incluso a la secundaria turno mañana, puede asistir cualquier persona que decida pagar la cuota. Sin embargo, en el caso del bachillerato para jugadores, el club se hace cargo de la totalidad de los salarios. "Hay una inversión y una decisión seria, porque el club hace una apuesta fuerte invirtiendo en la educación de los chicos, ya que se hace cargo de los costos salariales de todos los trabajadores del colegio, desde auxiliares y docentes hasta los propios estudiantes, que en su mayoría están becados o pagan una cuota mínima", sostiene Lorente a este diario.
Actualmente, el bachillerato de jugadores cuenta con entre 180 y 200 juveniles. Muchos trabajadores del fútbol insisten en que de 100 jugadores de inferiores a primera llegan sólo tres, y Lorente dice que "si bien no tenemos el porcentaje exacto, ese número es perfectamente verosímil". Lorente es hincha y socio de Estudiantes de La Plata de toda la vida, y lo invitaron a formar parte de la actual gestión, que lo tiene como responsable del área de cultura y educación del club que fue tricampeón de América y campeón mundial en su mejor momento.
Él nació en la capital bonaerense, y siempre estuvo ligado a la UNLP. Fue al Colegio Nacional de La Plata, y a nivel terciario estudió las carreras de filosofía, derecho, letras, sociología e informática. Si bien no culminó ninguna de ellas, Lorente es especialista en gestión de la educación superior y se encuentra doctorando, ya que está pronto a defender su tesis en ciencias de la educación. Desde adolescente acompañó al "pincha" por cualquier cancha, y cuenta que no dudó un segundo cuando le propusieron ser secretario de Cultura y Educación del último campeón del fútbol argentino.
"Es difícil resistir un mensaje de Verón", dice entre risas, y menciona que a él lo motivan "aquellos proyectos que te enamoran, y los lugares que te permiten imaginar, proyectar, sentirse útil, darle sentido a las cosas, y Estudiantes, con el empuje que le da Verón, siempre apuesta a más".
"El sentido de identidad y familia en este club es muy particular, se ve muchísimo y eso le da un valor a la escuela, porque hay un sentido de pertenencia que se refleja constantemente en la escuela", sostiene Lorente, que menciona a Osvaldo Zubeldía, Carlos Bilardo, Alejandro Sabella, Juan Ramón Verón y su hijo Juan Sebastián, como máximos exponentes de esa identidad.