A un mes de la ofensiva de Ucrania en la región rusa de Kursk, el presidente de Ucrania Volodimir Zelenski pidió más armas a sus aliados de occidente y el presidente ruso Vladimir Putin dijo que es "un deber sagrado" expulsar a ejército ucraniano de su país.
"El deber sagrado de nuestras Fuerzas Armadas es hacer todo para expulsar al enemigo", subrayó Putin, aprovechando su participación en el Foro Económico Oriental de Vladivostok. El presidente Ruso dijo que la situación en Kursk se ha "estabilizado" y que las tropas rusas "recuperan terreno". Además destacó los avances en Ucrania, donde los militares rusos "luchan heroicamente".
Diálogo
Sobre la posibilidad de un diálogo con el Gobierno ucraniano, Putin dijo este jueves en Vladivostok que "nunca se ha negado". Pero aclaró que no aceptará "demandas efímeras" y puso como condición que las negociaciones se hagan "sobre la base de los acuerdos alcanzados y registrados en Estambul", en alusión al breve proceso de diálogo que se intentó en los primeros meses del conflicto inciado en febrero de 2022.
Putin culpó a Kiev por la ruptura del diálogo. En Estambul se cerraron "todos los parámetros de un posible acuerdo de paz", pero el entonces jefe de Gobierno de Reino Unido, Boris Johnson, "ordenó" a Zelenski, que "combatiese hasta el último ucraniano," afirmó el mandatario ruso. "Si hubiesen aplicado lo que acordamos en lugar de obedecer a sus amos de otros países, la guerra se hubiese terminado hace mucho", dijo Putin, según las agencias de noticias rusas.
Peligro nuclear
El presidente de Rusia también expresó su preocupación por la situación de la central nuclear de Kursk y también por la de Zaporiyia, acusando a Ucrania de perpetrar "atentados terroristas muy peligrosos" que ponen en riesgo la seguridad de ambas instalaciones.
Alexéi Lijachov, jefe de la agencia nuclear rusa (Rosatom), agregó este viernes que “no hay ninguna duda de que Kiev planeaba atacar y hacerse del control de la central de Kursk. En caso de que la planta nuclear de Kursk sea objeto de algún ataque de las fuerzas ucranianas, "Chernobyl (escenario de la mayor catástrofe nuclear de la historia) parecerá un juego de niños", agregó Lijachov,
Censura en Estados Unidos
Otra queja que tuvo lugar este viernes de parte de Rusia fue la presunta presión de Estados Unidos a los medios rusos. Esto, luego de que el Departamento de Justicia estadounidense acusara al colaborador de televisión ruso Dimitri Simes y a su esposa de conspirar para violar las sanciones de Washington.
Estas acusaciones ocurren un día después de que Estados Unidos tomara acciones legales en contra de Rusia para combatir presuntos esfuerzos de interferir en las elecciones presidenciales de este año, incluido el señalamiento de dos empleados de la plataforma de medios estatal rusa RT y la sanción a la plataforma junto con su principal editor.
"Washington sigue intentando presionar a Rusia, a los ciudadanos rusos e incluso a los medios de comunicación rusos, que se dedican a informar tanto a los ciudadanos de nuestro país como a la opinión pública mundial sobre lo que está sucediendo, desde nuestra perspectiva", indicó Dimitry Peskov, portavoz del Kremlin.
Apoyo a Harris
Con respecto a las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos, Putin dijo en Vladivostok que respetará cualquier resultado, pero dio a entender que se inclina por la candidata demócrata, Kamala Harris, ya que su rival republicano, Donald Trump, "impuso más sanciones a Rusia que ningún otro presidente". Y agregó: "si a Harris le va bien, quizás se abstenga de acciones similares".
El presidente ruso declaró, que su "favorito" era el actual presidente, Joe Biden, y que por lo tanto apoya a su vicepresidenta y sustituta en la campaña electoral. "La risa expresiva y contagiosa de Harris es señal de que "todo le va bien," opinó.
En Estados Unidos la declaración de Putin fue recibida con enorme escepticismo por los analistas políticos, dada la histórica afinidad política y personal que han demostradoen público Trump y Putin. Sobre todocuandolas declaraciones de Putin coincidieron con las sanciones de Biben a losperiodistas rusos. Más bien interpretaron el apoyo a la candidata demócrata como una estrategia política para favorecer a su rival. Y Trump no desperdició lo ocasión para destacarlas palabras de líder ruso. "No sé si me siento insultado o me hizo un favor", declaró.
Zelenski en Alemania
Por su parte Zelenski dijo este viernes que Rusia ha sufrido al menos 6.000 bajas entre muertos y heridos durante este primer mes de ofensiva en Kursk, en lo que se ha convertido en la más amplia incursión militar extranjera en territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial.
Al mismo tiempo, en el marco de una reunión en la base alemana de Ramstein con los aliados de Ucrania, el mandatario afirmó que sus tropas controlan más de 1.300 kilómetros cuadrados y un centenar de localidades en Kursk.
“Hagamos de este otoño el momento en que caiga la agresión rusa, de una forma que ponga fin a la guerra y restablezca un orden internacional de seguridad fiable”, dijo Zelenski en la apertura de la reunión.
Refuerzos
En el marco de la reunión de este viernes con sus aliados, Zelenski le pidió nuevamente más refuerzos militares a sus socios, junto con el envío de paquetes de armas que ya habían sido aprobados. “Estamos operando con una cantidad mínima de armamento”, dijo el presidente ucraniano, agregando que es necesario más armamento “para expulsar a las fuerzas rusas de” del territorio de su país, “especialmente en la región de Donetsk”.
En particular el presidente ucraniano pidió a sus socios que intensifiquen el envío de armamento que permita a Kiev golpear con los misiles de largo alcance a objetivos militares situados en todo el territorio de la Federación Rusa para “ejercer una presión decisiva sobre Rusia”.
“Queremos poner fin a esta guerra, queremos paz”, afirmó Zelenski. "Putin no quiere paz y está obsesionado con la conquista de nuestro territorio. Quiere nuestras ciudades o las ruinas que queden de ellas. Hay que forzar a Rusia a la paz”, aseveró.
Para el jefe de Estado ucraniano, que Rusia continúe poniendo en primer lugar su ofensiva sobre Ucrania antes que la recuperación de Kursk significa que para el Kremlin la guerra en curso no es de naturaleza defensiva ni busca proteger a su población, como ha dicho Putin.
Zelenski también dijo este viernes que la operación militar en Kursk sirvió para evitar que Moscú abriera un nuevo frente con un ataque transfronterizo contra la región de Sumi, en Ucrania, tal y como informó el presidente en una rueda de prensa con Lloyd Austin, secretario de Defensa de Estados Unidos.
A su vez, Zelenski hizo referencia a la situación en los ejes del frente de Pokrovsk y Toretsk, donde Rusia enfoca la mayoría de sus esfuerzos para avanzar. En paralelo, el jefe de Estado de Ucrania habló de las “líneas rojas” establecidas por Rusia para el uso del armamento de largo alcance suministrado a Kiev por sus aliados, ya que estas no pueden ser usadas al interior del territorio ruso. Para el presidente, "los intentos de Rusia de trazar líneas rojas simplemente no funcionan".
En respuesta a las solicitudes de Zelenski, Austin anunció que su país aprobará 250 millones de dólares adicionales en asistencia de seguridad para Ucrania. “Aumentaremos las capacidades para satisfacer las cambiantes necesidades de Ucrania y las entregaremos a la velocidad de la guerra”, explicó Austin desde Alemania.
Por su parte, Alemania se comprometió a suministrar 12 cañones autopropulsados adicionales a Ucrania, al tiempo que Canadá informó sus planes de enviar 80.840 cohetes aire-tierra no armados, así como 1.300 ojivas en los próximos meses.