Llegó el día y habrá internas en la UCR Provincia. Miguel Fernández por el oficialismo y Pablo Domenichini por la oposición. Adelante Buenos Aires enfrentará a Futuro Radical y pone en juego la continuidad de su gobierno al frente del Comité Provincia. Maximiliano Abad tendrá que sortear la unidad de Facundo Manes y Martín Lousteau para sostener su conducción sobre el radicalismo bonaerense.

Al cierre de esta edición, las listas aún no estaban presentadas. Pero, según pudo averiguar Buenos Aires/12, a las 23:59 horas del 6 de septiembre no habría sorpresas. Por el lado de Fernández, no hubo mayores novedades de la conformación definitiva de la nómina que cuenta con el apoyo de una veintena de intendentes radicales, del ex vicegobernador Daniel Salvador y el ex intendente de San Isidro, Gustavo Posse.

En las filas de Domenichini, la situación estaba más clara. La candidata a vicepresidenta es la diputada provincial Nazarena Mesías. Oriunda de Lanús y seguidora de Manes, Mesías secundará a quien es diputado por Evolución, la línea interna del radicalismo que lidera Lousteau.

También se conocieron los cuatro delegados ante el Comité Nacional. El cuarteto está integrado por el intendente de Lincoln, Salvador Serenal, la diputada nacional y ex secretaria de Políticas Universitarias, Danya Tavela, el ex ministro del Interior de la Nación, Federico Storani, y el diputado nacional manesista, Pablo Juliano.

Además, este diario pudo confirmar que Miguel Lunghi, intendente de Tandil, encabezará la nómina de los 73 convencionales nacionales. Y, finalmente, habrá un lugar designado para el presidente de la Juventud Radical, Manuel Cisneros.

A su vez, desde las filas del neurocirujano echaron por tierra cualquier información respecto a un posible cortocircuito entre Manes y Lousteau. "Todas fake y operaciones", aseguró un legislador provincial a este medio. 

El mano a mano

El 6 de octubre serán elecciones. Ese día se conocerá el sucesor de Abad, quien ya no tenía la posibilidad de reelegir. El actual senador nacional de la UCR, oriundo de Mar del Plata, fue el artífice de los últimos cierres del radicalismo provincial en los comicios. Tanto en 2021 para ungir a Manes como candidato a diputado nacional en la interna contra Diego Santilli del PRO, así como el, para muchos correligionarios, “catastrófico” acuerdo con Patricia Bullrich, quien terminó como ministra de Seguridad de Javier Milei.

En aquellas listas unificadas entre el bullrichisimo y una porción del radicalismo, Miguel Fernández fue candidato a vicegobernador de la provincia de Buenos Aires en la fórmula con Néstor Grindetti, ex intendente de Lanús y actual Jefe de Gabinete de la Ciudad de Buenos Aires. Terminaron terceros y no pudieron acceder al balotaje.

A su vez, Fernández, ex jefe comunal de Trenque Lauquen, decidió no continuar al frente del Foro de Intendentes Radicales, que terminó constituyendo una conducción colegiada con una visión crítica sobre Abad y su rol al frente del Comité. A pesar de la interna que hoy se plantea en las elecciones partidarias, los intendentes consultados por este medio que tienen las voces más importantes dentro del Foro no se mostraron satisfechos con el escenario porque estiman que la sociedad no pide internas.

Así las cosas, lo que sí se destaca de Fernández es su capacidad de diálogo y vínculos tanto con distintos sectores del radicalismo, como del PRO o del peronismo. “Te vamos a extrañar”, fue una de las frases que llegó desde el Gobierno provincial cuando se supo que no estaría más llevando las riendas del Foro, un órgano extra partidario que cumple el rol de interactuar con el Ejecutivo provincial para llevar soluciones a los municipios boinablancas, entre otras cuestiones.

Por el lado de Domenichini, la capacidad de interacción con otras fuerzas políticas también es una virtud, así como con otros sectores del radicalismo. Es, además de diputado, rector de la Universidad Nacional Guillermo Brown, ubicada en el municipio de Almirante Brown, donde tiene una muy buena convivencia y trabajo en conjunto con el intendente local de Unión por la Patria, Mariano Cascallares.

Al frente de la casa de estudio, meses atrás conversó con este diario y predijo una multitudinaria movilización en defensa de la educación pública cuando el Gobierno nacional tomó la decisión de no ponerse al día con los gastos de funcionamiento de las universidades nacionales. Eso se saldó, pero aún no hay definiciones sobre el salario de los docentes universitarios, el cuál compone el 90 por ciento del presupuesto universitario.

Incluso, por estas horas, se evalúa dentro de la comunidad universitaria una nueva marcha en caso de que no se apruebe la Ley de Financiamiento Educativo que tiene media sanción del Congreso y que corre riesgo de ser vetada por Milei, tal cual lo hizo con el aumento a los jubilados.

Precisamente, estas tensiones con el Gobierno nacional son las que, de alguna manera, terminaron de delinear las diferentes estrategias y miradas de los referentes nacionales que se enfrentan en esta interna. Mientras Abad pregona la idea de ser una “oposición reformista”, algo que el propio Fernández replica, en el tándem Manes-Lousteau hay una posición netamente crítica para con las políticas desarrolladas por Milei.

Esa distancia se acrecentó con los meses y condujo a esta interna. “La identidad del partido” es una figura que, principalmente desde el manesismo, llevan como bandera para instalar la necesidad de pegar un volantazo en el radicalismo bonaerense y apostar a no ser “furgón de cola de nadie”.

En el abadismo, por su parte, no creen que la elección peligre por el alto apego de las conducciones partidarias y municipales que manifestaron su apoyo al, hasta ahora, presidente de la UCR Provincia. Es su principal valor y que lo subrayan como diferencia con la oposición, cuya vida partidaria es netamente menor o nula.

Con este marco, el enfrentamiento que se dará en la UCR bonaerense pasa por dos ejes. Primero, dilucidar si la estructura pesa más que las figuras nacionales de renombre. Segundo, y quizás el saldo más importante de esta elección, es comprender a buena parte del electorado radical bajo un interrogante: ¿Cuán cerca o cuán lejos debe estar la UCR de La Libertad Avanza?