Conversar sobre arte, desde miradas distintas y complementarias, estimula de manera distintiva. Con el título El arte enseña: diálogo entre un actor, una piscoanalista y un escritor, la Biblioteca Argentina (Roca 731) invita este martes a las 18 al panel conformado por Luis Machín, Virigina Thedy y Marcelo Scalona. La actividad tendrá lugar en el ciclo Conversaciones en la Biblioteca, junto a la organización de la Comisión de Biblioteca de la Escuela de Orientación Lacaniana Rosario. “Está demostrado históricamente lo que significa el arte para el ser humano, en todas sus manifestaciones. El arte ha demostrado que salva, cura, enseña; basta que uno mire los resultados que se obtienen en cualquier aspecto o actividad en la que se incluya una manifestación artística, y se podrán ver avances enormes”, comenta Machín a Rosario/12.

“En lo personal, tengo anécdotas para contar al respecto, de lo que le ha pasado a mucha gente, en cuanto a la sugestión que el arte produce, por empatía o por antipatía, porque tanto el rechazo como el abrazo a una manifestación artística, ejerce en las personas la posibilidad de ampliar el campo afectivo y emocional. Poder hablar de estas cosas en un encuentro con una psicoanalista y alguien vinculado a las letras, para mí es poner de manifiesto un aspecto que es positivo en la gente, que tiene que ver con abrazar alguna expresión artística y a partir de ello desarrollarse como personas”, continúa el actor.

-Y recordar que el espectador o lector es tan importante como el creador; siempre se trata de un hecho compartido.

-La mirada que completa es fundamental; está lejos de nuestra comprensión, sobre todo en la literatura, donde uno no tiene una devolución inmediata de qué es lo que produce un libro. Nosotros, al final de la función, tenemos el aplauso, y la gente manifiesta más rápidamente lo que le produjo ese evento artístico, pero los libros, como cualquier manifestación artística, va significando a través del tiempo. Por eso, uno ve una película varias veces, y a los 18 no es la misma película que a los 30 o a los 60; siempre te habla desde otro lugar. Eso es lo que tiene nuestra actividad, se recicla con las necesidades propias de los seres humanos. Eso es bien atractivo, porque no es unívoco, no va en una sola dirección, sino que amplía el campo asociativo y el campo emocional a través del tiempo. Una vez, salía de una obra de teatro que hice en el Centro Cultural Recoleta y me intercepta una persona, me dice que quería saludarme, que había visto la obra pero también que había visto otra obra, hacía cinco años, y me dice: “Me fui de esa obra muy enojado, no me había gustado. Llegué a casa y seguía enojado, al otro día también, lo mismo a la semana. Al pasar el tiempo, me daba cuenta de que, en realidad, en lo que estaba pensando era en la obra y en lo que me había producido. Empecé a indagar porqué era así, y me di cuenta de que esa obra me modificó, me hizo pensar un montón de cosas. Me di cuenta que el tiempo fue haciendo su trabajo”. Creo que ha sido de las cosas más lindas que me han dicho; lo que produjo esa obra de teatro, en esa persona, me pareció notable. Uno no toma la magnitud de lo que produce, también porque el hecho artístico opera desde distintos lugares y en distintos momentos. Yo, de repente, me encuentro pensando en cosas que hice hace muchos años y recién ahora comprendo la magnitud de lo que eso significaba para mí.

-Un panel que dialogue sobre tales cuestiones y desde las propias experiencias, siempre atrae.

-Esta iniciativa es fantástica, porque me permite pensarme. La propia vorágine de la generación de contenidos y de recursos, te lleva a veces a tontas y a locas al manotazo. No hay que olvidarse que uno vive de esto, y que esa dinámica aleja de la reflexión porque viene propuesta por una sociedad vinculada al mercado y la necesidad del dinero. Hay dos cosas que son fundamentales para mí: la lectura de los materiales que quiero hacer y me gustaría hacer, y la reflexión a través del psicoanálisis; son dos vertientes de algo que a mí me ocupa el tiempo y me gusta que me ocupe el tiempo, porque es la reflexión a través de lo que decido hacer.

El panel contará con la moderación de Mariana Brebbia, y su inscripción -que tiene arancel- puede completarse en este formulario. Por otro lado, la presencia teatral de Luis Machín tendrá visita próxima el 2 de noviembre en Teatro La Comedia con La última sesión de Freud, junto a Javier Lorenzo: “Estimo que será la última vez, estuvimos este año y el año pasado, con una recepción muy importante y me pone muy contento, porque habla muy bien de muchas cosas; entre ellas, porque los espectadores argentinos tienen mucha curiosidad sobre Freud, su legado y el psicoanálisis, y también hay mucha curiosidad por lo que hacemos los actores argentinos. También porque es una obra de texto, se ha ido perdiendo la tradición de un teatro de texto que no sea a través de la comicidad. Por supuesto que nuestra obra tiene momentos graciosos en los comentarios lacerantes y picantes de Freud, pero también tiene mucho de una profunda discusión científica, religiosa y filosófica”.