Perú no pudo recuperar la sonrisa ante una Colombia que casi paga caro su conformismo. Con un gol de Alexander Callens cuando promediaba el segundo tiempo, el conjunto dirigido por Jorge Fossati se colocó 1-0, pero Luis Díaz, con un cabezazo, logró el empate cerca del final y salvó el invicto justo antes de recibir a Argentina el próximo martes.
El duelo se planteó entre la necesidad de Perú y la confianza de Colombia. Con mucho esfuerzo, con empuje y con muchas ganas, los locales buscaron el ataque, pero les faltó claridad para marcar diferencias. Por eso, sus únicas llegadas se limitaban a acciones con pelota detenida.
Del otro lado, Colombia manejaba mejor la pelota, pero los pocos riesgos que asumía no le permitían acercarse con más peligro hasta el arco de Gallese. Para colmo, con el correr de los minutos, cada vez más cómodo estaba con el resultado. Por eso, el planteo era cada vez más cauteloso, confiado en la impotencia peruana.
Sin embargo, una pelota detenida provocó una segunda jugada que encontró desacomodada a la defensa colombiana y que permitió a Callens abrir el marcador cuando el empate parecía cantado.
El gol en contra despertó a Colombia, que atacó con otro ímpetu y empezó a generar llegadas frente a Gallese. Y encontró su premio desde la pegada de James Rodríguez: un corner del zurdo fue peinado en el primer palo por Medina y encontró por el segundo a Luis Díaz, que cabeceó para marcar la igualdad.
Así se fue un partido que dejó a Perú con mucha preocupación y a Colombia con una sonrisa por haber podido salvar el invicto cuando parecía que se le escurría de las manos.