La vicepresidenta de los Estados Unidos y candidata demócrata a la Casa Blanca, Kamala Harris, y el exmandatario republicano Donald Trump se verán las caras el próximo martes a las 22 (hora argentina) en lo que será el primer debate televisado entre ambos, de cara a las elecciones que se celebrarán el 5 de noviembre.

El debate, que se desarrollará en el National Constitution Center, ubicado en Filadelfia, Pensilvania, genera expectativa mundial porque podría dejar mejor parado a un candidato por sobre otro, cuando las encuestas no muestran grandes diferencias porcentuales y vaticinan un final abierto.

Los debates suelen tener fuertes injerencias en el destino de los candidatos. Sin ir más lejos, el actual presidente estadounidense Joe Biden abandonó la carrera por la reelección que ya había iniciado después de un desempeño vacilante en junio, cuando se enfrentó a Trump en un debate.

Los moderadores del debate serán David Muir, presentador y editor en jefe de World News Tonight, y Linsey Davis, presentadora de Prime de ABC News Live; ambos tendrán el enorme desafío de que asegurar que los tiempos de exposición se respeten.

De acuerdo con el comunicado oficial de la cadena de noticias, la contienda durará 90 minutos y estará dividida en segmentos en los que se tratarán diferentes temas de interés nacional. Cada candidato tendrá dos minutos para responder a las preguntas planteadas, seguidos de dos minutos para refutaciones y un minuto adicional para aclaraciones o respuestas adicionales.

Muir y Davis serán los únicos que harán preguntas a los candidatos. No se permitirán declaraciones iniciales; las declaraciones finales durarán dos minutos por candidato. Y los candidatos permanecerán detrás de podios durante todo el debate. Además, no se permiten accesorios ni notas prescritas en el escenario.

Será el primer enfrentamiento cara a cara entre ambos aspirantes a la Casa Blanca luego de que Harris asumiera la candidatura demócrata en reemplazo de Biden. Por su parte, Trump llega en medio de un tenso clima político que incluyó un intento de asesinato mientras realizaba un acto de campaña en Pensilvania y tratará de acceder a un segundo período al frente del gobierno estadounidense (2017 y 2021).

Los próximos debates entre Harris y Trump serán el 1º y 9 de octubre. Por su parte, el debate de vicepresidentes, entre el demócrata Tim Walz y el republicano J. D. Vance, se hará el 25 de septiembre desde Easton (Pensilvania). Todos los eventos serán televisados.

Los resultados de las elecciones del 5 de noviembre serán certificados por el Congreso el 6 de enero de 2025 (exactos cuatro años después de la certificación de la victoria de Joe Biden contra Trump, el día del asalto al Capitolio) y el 20 de enero el presidente electo asumirá el poder.

Campañas millonarias

Mientras, se conoció que Harris recaudó para su campaña tres veces más que Trump durante el mes de agosto. La actual vicepresidenta logró un récord histórico de 361 millones de dólares durante el mes pasado, superando ampliamente los 130 millones que pudo juntar el exmandatario norteamericano.

De acuerdo a los números demócratas, ninguna otra campaña del partido en la historia consiguió recolectar esa suma de dinero. La postulación de Harris se hizo oficial tras la convención demócrata del mes pasado, tras la decisión de Biden de no competir. 

Ese entusiasmo que generó entre los partidarios demócratas derivó directamente en la recaudación del último mes. Incluso, en la primera jornada en la que se la señaló como postulante para suceder a Biden, logró el récord de reunir 81 millones de dólares en un día.

Según las cuentas de ambos partidos, Harris ahora tiene un total de 615 millones de dólares y quedó al frente por más de 100 millones sobre Trump, que hasta agosto venía al frente.

Analistas consideran que la desgastada candidatura de Biden había cortado las intenciones de los aportantes, que decidieron abrir el flujo de apoyo con la oficialización de Harris para las elecciones de noviembre.

Entre los donantes, el 95 por ciento aportó menos de 200 mil dólares, mientras que los maestros y enfermeros se encuentran entre las profesiones más dispuestas a poner dinero. Además, según los registros, en agosto más del 60 por ciento de quienes colaboraron fueron mujeres.