Hace tiempo atrás sostuve en este medio que la explosión social no era la clave, que la gota que rebasa el vaso es una figura insuficiente. De lo que se trata es de una nueva subjetivación política, de abrir un nuevo campo de sentido y de apuestas políticas, y no de buscar líderes ya anteriormente constituídos, sino de encontrar en los propios procesos colectivos la emergencia de los nuevos sujetos de la coyuntura.