El italiano Jannik Sinner conquistó este domingo su primer Abierto de Estados Unidos y rompió el sueño del estadounidense Taylor Fritz, que aspiraba a ser el primer campeón local en 21 años. Número uno del mundo y ganador también este año del Abierto de Australia, Sinner aplastó al tenista local con parciales de 6-3, 6-4 y 7-5 en dos horas y 15 minutos.

Desde el lejano 2003 con Andy Roddick, la afición estadounidense no celebra un título masculino en Flushing Meadows. El triunfo de Sinner también sirvió de reivindicación personal después de la polémica de las últimas semanas por su positivo en un control antidoping de Indian Wells que quedó sin sanción al entender las autoridades que había sido un error de su fisioterapeuta.

"Este título significa mucho para mí. El último periodo de mi carrera no fue fácil. Mi equipo me apoya cada día, la gente que tengo cerca de mí", dijo Sinner sobre lo sucedido. "Fuimos día a día, intentando entrenar bien, creyendo en nosotros, que es lo más importante. Entendí, especialmente en este torneo, lo importante que es la parte mental en el deporte. Estoy muy feliz y muy orgulloso de compartir este momento con mi equipo", añadió tras la conquista, que se la dedicó a una tía que está gravemente enferma.

Sinner lleva seis títulos en lo que va de año, todos ellos en pista rápida, y acumula ahora 12 partidos seguidos ganados, ya que venía de anotarse también el Masters 1.000 de Cincinnati. "Son muchas grandes victorias para mí esta temporada, empezando con Australia. Jugar tan bien ahí me dio confianza hasta ahora. Pero el trabajo nunca se detiene, sé que todavía puedo mejorar", consideró.

Además se convirtió en el cuarto tenista en la historia en vencer en los dos Grand Slam de pista rápida en un mismo año. Los otros son gigantes de la raqueta como Novak Djokovic, Roger Federer o Mats Wilander. "Creo que me ha ido bastante bien, supongo", bromeó Sinner sobre su rendimiento.

De 23 años, el italiano apunta a liderar el cambio generacional del tenis masculino tras el 'Big Three' junto al español Carlos Alcaraz (21 años), tanto que entre ellos se han repartido los cuatro grandes de este año, ya que el español consiguió Roland Garros y Wimbledon.

Después de las tempranas y sorprendentes eliminaciones de Djokovic, segundo favorito, y Alcaraz, tercer preclasificado, Sinner se quedó como favorito en mayúsculas en el US Open y cumplió con las expectativas: solo perdió dos sets en todo el torneo y por el camino derribó a algunos rivales temibles como el ruso Daniil Medvedev.

El Arthur Ashe Stadium fue este domingo el patio de recreo más cotizado de Nueva York y numerosas estrellas del espectáculo y del deporte se dejaron ver en las gradas, entre ellos Taylor Swift y Travis Kelce, Bad Bunny, Patrick Mahomes, Matthew McConaughey, Usher, Jayson Tatum o Jon Bon Jovi.

Firme Sinner, sobrepasado Fritz

No debe ser nada fácil jugar tu primera final de un Grand Slam, hacerlo en la pista de tenis más grande del mundo, en tu propio país y además con la presión de más de dos décadas sin un campeón estadounidense. Quizás esa carga le pesó en el arranque a Fritz, que cedió su primer saque con un error infantil en un smash. Sinner, sin tener que arriesgar demasiado, se mostró cada vez más cómodo en los peloteos largos y selló el primer set con otro quiebre y en sólo 41 minutos.

La tendencia se acrecentó en el segundo set y parecía que todo iba a ser rápido. Con dos parciales abajo y perdido por perdido, Fritz soltó más el brazo, logró un quiebre y tuvo la chance de sacar para ponerse 1-2. Sin embargo, dejó una volea en la red y permitió que Sinner lo emparejara otra vez. A partir de ahí, el tenista que de chico soñaba con ser esquiador ya no tardó en sellar el partido y asegurar su segundo grande, en una jornada que fue mágica para Italia y deprimente una vez más para EE.UU.