Sorprendente, inesperada y misteriosa, la llegada a San Lorenzo del vasco Iker Muniain repite una historia notable que empezó a darse hace 85 años: el arribo a Boedo en 1939 de otros dos jugadores vascos, Isidro Lángara y Angel Zubieta, que dejaron una huella honda en la historia azulgrana. Lángara, un centrodelantero torpe y rústico pero de una grandiosa efectividad, anotó 110 goles en cuatro temporadas y es el sexto goleador sanlorencista del ciclo profesional. Zubieta, un half derecho rendidor y regular, entre ese año y 1952 disputó 353 partidos en el club
De un vasco legendario a otro vasco que quiere serlo
La historia de Lángara y el misterio de la llegada de Muniain a San Lorenzo
El refuerzo estrella del equipo de Boedo llegó por sorpresa y hasta de manera inesperada.
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