Una cortina de humo proveniente de la masa de fuego que avanza sobre el Amazonas y distintas regiones de Bolivia y Paraguay, cubrió este lunes al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Y por los peligros de la visibilidad reducida, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió una alerta para 14 provincias, incluida Buenos Aires. Además de las impactantes consecuencia negativas que los incendios tienen en el ambiente, especialistas advirtieron que la presencia de humo en el aire puede generar diferentes prejuicios para la salud y generar dificultades visuales que afecten la movilidad y el transporte.
En algunas regiones de Uruguay, el hollín proveniente de las millones de hectáreas arrasadas por el fuego se combinó con un frente húmedo, lo que provocó un fenómeno conocido como “lluvia negra”. El servicio meteorológico de Brasil, MetSul, advirtió que este mismo fenómeno podría afectar diversas zonas de la Argentina en los próximos días.
Estos incendios forestales son consecuencia de las sequías y condiciones climáticas extremas que facilitan la propagación descontrolada del fuego. Así el avance del fuego afectó también durante los últimos días a Paraguay y Bolivia --ya ardieron casi cuatro millones de hectáreas-- y a Brasil, país que está intentando controlar los 3.600 focos que continúan activos, la mitad de ellos en la Amazonia.
Qué lugares se verán afectados por el humo
Entre los lugares ya alcanzados por el humo hay más de 60 municipios bonaerenses, parte de las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja y Córdoba, y la totalidad de Formosa, Chaco, Santiago del Estero, Santa Fe, Misiones, Corrientes y Entre Ríos.
En la provincia de Buenos Aires están afectadas las localidades de Arrecifes, Capitán Sarmiento, Carmen de Areco, Chacabuco, Colón, General Arenales, General Pinto, Junín, Leandro N. Alem, Lincoln, Pergamino, Rojas, Salto, Campana, Exaltación de la Cruz, San Antonio de Areco, Zárate, Escobar, General Las Heras, General Rodríguez, Luján, Marcos Paz, Mercedes, San Andrés de Giles, Suipacha, Brandsen, Cañuelas, Magdalena, San Vicente, Berisso, Ensenada y La Plata.
Hace tres meses que Bolivia enfrenta estos focos ígneos, pero en las últimas semanas la situación se salió de control y el fuego se propagó rápidamente. Al momento son 4 millones las hectáreas afectadas: 2,6 millones corresponden al departamento de Santa Cruz y 1,4 millones al Beni, ambas regiones fronterizas con Brasil. Para contener el avance de las llamas, el gobierno de Luis Arce ya movilizó a bomberos voluntarios, recibió ayuda de otros países de la región y declaró la "emergencia nacional".
Qué es la "lluvia negra"
En medio del alerta internacional y la preocupación por el avance del fuego, imágenes de una “lluvia negra” recorrieron las redes sociales provocando inquietud. Los videos fueron registrados por vecinos de varias localidades uruguayas del norte y noreste del país, quienes mostraron su sorpresa al encontrar que las precipitaciones adoptaban un color negro o marrón.
La “lluvia negra” es un fenómeno ambiental que ocurre cuando partículas contaminantes suspendidas en el aire por incendios forestales, erupciones volcánicas o polución industrial, se fusionan con la humedad del ambiente y forman gotas de lluvia que, al precipitarse, adoptan esos colores oscuros.
En general, el término suele referirse a la contaminación del aire y la lluvia ácida en regiones donde hay una alta concentración de contaminantes. Pero aunque suene alarmante, no siempre se refiere a lluvia literalmente negra, sino que describe el fenómeno de las precipitaciones contaminadas que parecen tener un color más oscuro debido a las partículas que transporta.
Este tipo de precipitaciones podría traer consecuencias negativas para la salud de las personas --como irritaciones en la piel o problemas respiratorios--, los cuerpos de agua, los suelos y las plantaciones.
Uno de los casos más conocidos de lluvia negra ocurrió después de la detonación de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki en 1945. La explosión nuclear levantó grandes cantidades de polvo radiactivo que, al combinarse con la humedad del aire, produjo esta lluvia contaminada, que resultó extremadamente peligrosa debido a la radiación.
Cómo continúa
En el caso del AMBA, si bien el SMN emitió un alerta violeta por la presencia de humo, las probabilidades de chaparrones recién se pronostican para el martes a la tarde y son bajas: las posibilidades de que este fenómeno ocurra son bajas. Según los pronósticos, las provincias de Argentina que más probabilidades tienen de ser afectadas son las del norte y centro del país.
Las predicciones indican que la cortina de humo va a mantenerse hasta el miércoles 11 de septiembre, cuando el avance de un nuevo frente frío desde el sur generará una rotación del viento que permitirá el ingreso de aire más limpio desde la Patagonia a toda la región. De todas maneras se espera que estas condiciones empeoren mientas sigan los incendios.