Más allá de los múltiples ejemplos de despidos, la constante caída del consumo, la baja capacidad instalada en las industrias y el desplome del mercado interno, el Gobierno nacional asegura que las empresas están volviendo a contratar trabajadores. Esta lectura no es compartida en la provincia de Buenos Aires. Y no sólo por el Gobierno provincial, sino que los empresarios PyMEs sostienen otra cosa: “Nuestros sectores no están contratando gente, estamos viendo cómo mantenerla”.
La frase de Marcelo Fernández, presidente de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (Cgera), es contundente. Sucede que, en una entrevista radial, el secretario de Trabajo de la Nación, Julio Cordero, consideró que, tras el incremento de la desocupación en dos puntos porcentuales desde que asumió Javier Milei, hoy buscará “sostenerlo” en 7,7 por ciento. “El índice marca que se detuvo, y eso es importante, porque no solo vemos que paró, sino porque hay una tendencia a contratar”, puntualizó.
Pero Fernández no es el único con esta visión. Según Daniel Rosato, presidente de Industriales PyMEs Argentinos (IPA), no cuenta con información de que el mercado se esté reactivando y que ello traiga aparejado una situación donde las empresas tomen nuevos empleados. “Lo que sí tenemos es que hay empleados que se van de las empresas por determinados motivos y no son reemplazados debido a la fuerte caída del mercado interno que se ve tanto en el consumo masivo como en el resto de los consumos”, recarma el dirigente que está al frente de una papelera en el Parque Industrial de Berazategui.
Ambos, en diálogo con Buenos Aires/12, manifiestan que no encuentran señales de recuperación dentro del sector manufacturero industrial. En el caso de Fernández, que además de representar a más de 70 cámaras de pequeñas y medianas empresas del sector de la industria, la producción, el comercio y los servicios, preside la Cámara Argentina de Fabricantes de Avios y Accesorios para la Confección y Marroquinería (Cafaicym) y cuenta con la fábrica de Cierres Lynsa, apenas abre una ventana de veracidad sobre la postura de Cordero.
“Es probable que el secretario tenga razón y en algunos sectores puntuales pueda haber contrataciones, pero eso no se está dando en la pequeña y mediana empresa y mucho menos en el sector industrial”, subraya.
Lo que ponen sobre la mesa tanto Rosato como Fernández, no es ajeno a lo que expresan los últimos datos publicados por el ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, Pablo López. Según el informe de Brechas de género, laborales y de ingresos, presentado en agosto y que evaluó el primer trimestre de 2024, la tasa de actividad se contrajo 0,4 puntos porcentuales respecto del mismo período del año anterior, la tasa de empleo lo hizo en 1,3, y la tasa de desocupación aumentó 1,5 puntos porcentuales. Con esto, resalta el documento, estos tres índices se situaron en 60,8 por ciento, 55 y 9,5, respectivamente.
Y es la propia Cámara Argentina de la Mediana Empresa la que confirma la lectura de Rosato en relación a la contracción del mercado interno. Su último informe respecto a cómo se comportó el mes de agosto, las ventas minoristas cayeron 10,5 por ciento de manera interanual y acumularon una baja del 16,2 por ciento en lo que va del 2024.
La caída del empleo
Este medio viene exponiendo los innumerables ejemplos que grafican los más de 200 mil despidos que padeció la provincia de Buenos Aires en el transcurso de este año, la provincia que tiene, dentro de su jurisdicción, al 50 por ciento de la industria nacional. Uno de los casos más recientes se dio en Bragado, donde la acería Acerbrag envió las respectivas cartas documento a más de 70 empleados.
Por este tipo de cuestiones, Fernández llevó el planteo al Gobierno nacional y recientemente mantuvo una reunión con el propio Cordero y el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Se encontraron en el marco de la Mesa de Diálogo Social PyME. Según detallaron desde Cgera, se propusieron una serie de medidas y anteproyectos de ley que “podrían beneficiar a la generación de empleo y la creación de nuevas empresas”.
Algunas, expresa el texto, fueron la reactivación de la vieja Ley de Defensa del Trabajo y la Producción Nacional, una nueva legislación sobre los Riesgos del Trabajo, la Capacitación del Personal desocupado en oficios y la reactivación del mercado interno como eje del desarrollo productivo y laboral. ¿Hubo avances al respecto? “Ellos tienen la voluntad de escucharnos, pero veremos si en la práctica si lo que aportamos se toma o no”, sostiene el dirigente.
En este marco, y en la misma entrevista a Radio Mitre, Cordero advierte que la sanción de la Ley Bases gestó un escenario de “seguridad jurídica” que incentiva nuevas contrataciones. “Los beneficios que se pueden apreciar a partir de la nueva ley es la quita de las multas que eran muy onerosas para las PyMEs que tenían un juicio laboral”, señala Rosato.
“Pero la realidad es que los tiempos de la Justicia no cambiaron, la Corte Suprema no ha sacado ninguna nueva disposición, y el tiempo que demoran los juicios no se modifica”, afirma el presidente de IPA. “El gran problema que hay en la Argentina es que la Justicia demora mucho en dar una sentencia y los juicios laborales los dejan pasar en el tiempo y se transforman en suma millonaria que no después una PyME no puede afrontar”, asegura.
¿Genera empleo? “No estamos viendo que haya una variación, hay un estancamiento”, remarca Rosato ante la consulta.