Coherente con su inagotable política de persecución a la actividad gremial, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich puso en vigencia un nuevo protocolo represivo que apunta directamente contra las acciones de protesta sindical frente a empresas.
Se trata de una medida que da carta blanca a las fuerzas federales para desatar una confrontación abierta contra los manifestantes que realicen “bloqueos” en las entradas o salidas de lugares de trabajo.