Trabajadores de la construcción, representados por los sindicatos Uocra, de obreros, y Uecara, de empleados, siguen concentrados en el acceso a Zárate y esta tarde decidirán, an asamblea, si se movilizan al Congreso el miércoles para sumarse a la marcha en defensa de los jubilados. "Pero también en defensa propia", dice el secretario general de la regional de Uocra, Julio González

El lunes ya cortaron la ruta 9 a la altura de la localidad de Lima, para visibilizar y denunciar el abandono y desfinanciamiento del complejo nuclear de Atucha, del cual González responsabilizó a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), en cabeza del ingeniero Germán Lavalle. La parálisis del proyecto genera, como consecuencia directa, una nueva tanda de despidos que supera los 200. 

Como consecuencia directa de estos despidos, la actividad económica y comercial de la localidad de Lima, de tan solo diez mil habitantes, donde Atucha es, por mucho, el mayor empleador, enfrenta una severa caída. Más allá de lo estrictamente económico, la central nuclear es motivo de orgullo para los zarateños en general y especialmente para los limeños, que la consideran parte central de su identidad. Desde niños, aprenden acerca de su importancia en la escuela. 

Junto a los sindicatos de la construcción estuvieron Luz y Fuerza y ATE, que mantiene allí una pequeña representación. El reclamo recibió además, el apoyo formal de la CGT local y el informal de distintas expresiones de la sociedad civil.

Uno tras otro

El conflicto con los trabajadores de la construcción se encadena con el de Luz y Fuerza, el sindicato mayoritario en Atucha, que se prolongó durante varios meses y concluyó recién el viernes pasado. Los trabajadores, que debieron enfrentar conciliaciones obligatorias y estuvieron a punto de parar la planta, lograron evitar nuevos despidos, a cambio de menores aumentos salariales.

“Cuando hay un cambio de signo en la administración nacional, es habitual que se produzcan demoras pero esto que estamos viviendo directamente es otra cosa”, afirma Matías Velo, secretario gremial de la regional local de Luz y Fuerza. “El Carem, sigla que corresponde a Central Argentina de Elementos Modulares, ya tenía la obra civil en un avance cercano al 80 por ciento y se acercaba el inicio de las obras de electromecánica, pero está todo parado”, se lamenta. “Llegó a haber más de 500 trabajadores, pero Miei empezó desde el verano a despedir en tandas de 50 o 60, hasta que hace un mes cortaron el financiamiento de manera total”.

El Carem es un prototipo de reactor pequeño, con capacidad de generar 32 megavatios, suficientes para abastecer a ciudades de hasta cien mil habitantes. Se trata de un desarrollo que compite mano a mano con otros similares de China, Rusia y EEUU. 

Son poquísimos los países del mundo que pueden exportar este tipo de tecnología y el Carem fue el primero de su tipo en comenzar las obras, con lo que tenía una ventaja estratégica y la posibilidad cierta de liderar ese mercado, que comienza a esfumarse ahora. De hecho, varios países llamaron a Nucleoeléctrica Argentina S.A., interesados en conocer las condiciones para adquirir un Carem, que podría exportarse y generar divisas que expertos estiman en 4 mil millones de dólares anuales. 

“La gran ventaja, además de que es una fuente de energía limpia”, sostiene Velo, “es que se monta dentro o cerca del casco urbano, porque ocupa poco lugar y eso permite un ahorro importante en cableado”.

“Parece que el Carem va a correr la misma suerte que la cuarta central, que tenía aprobado el financiamiento de China,pero por presión de la embajada de Estados Unidos no se va a hacer nada y vamos a seguir quemando combustible fósil”, se lamenta.

Velo se refiera a un hecho ocurrido en 2022, cuando la diplomática estadounidense Ann Ganzer recomendó al entonces presidente de Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NASA), José Antúnez, que se abstuviera de comprar un reactor de origen chino. En esa misma reunión, a modo de conclusión y delante de varios testigos, los visitantes sostuvieron que “si China entra en el reactor, nosotros queremos entrar en el Carem”.

La parálisis del Carem no es el único problema que reportan los trabajadores desde el inicio de la gestión libertaria: además, se demoran peligrosamente las tareas de mantenimiento en Atucha I, lo que habitualmente se llama “obras de extensión de vida”. Las centrales están sometidas a trabajos y mejoras permanentes, especialmente vinculadas a la seguridad. “Se aprende a medida que avanza la tecnología y se aprende de los accidentes, como en Fukushima, la central japonesa que explotó en 2011”, explica Velo, que considera muy peligrosa la decisión.

Esas obras tenían asignado para todo 2023 un presupuesto cercano a los 400 millones de dólares, que no se ejecutó. Para Velo, la decisión no es de carácter fiscal. “Cammesa le debe a NASA 150 millones de dólares, se los iba a pagar con los mismos bonos con los que Economía canceló su propia deuda, pero el propio ministerio, del que ahora depende la secretaría de Energía, le ordenó no aceptarlos”, explica.

“Otras veces, NASA ha reinvertido sus ganancias en obras o ha recurrido al mercado de capitales, pero el gobierno se lo impide, parece una estrategia de ahogo financiero para malvenderla, eso es lo que vemos nosotros", dice y concluye que "hasta deben tener algún empresario amigo apalabrado".

Como consecuencia de este combo, de Carem parado y Atucha con mantenimiento mínimo, cada vez más técnicos y profesionales golpean la puerta del área de Recursos Humanos de NASA para intentar llegar a un acuerdo de desvinculación. Por su capacidad y experiencia, son muy buscados por las empresas energéticas del sector privado. En muchos casos tienen propuestas del exterior.

Cabe recordar que, entre 2022 y 2023, el personal de Atucha logró reparar la central en un tiempo récord de apenas diez meses, cuando la estimación del diseñador era de cuatro años. Lo hicieron en base a procedimientos y herramientas que ellos mismos habían desarrollado.

El Carem es un prototipo de reactor pequeño, con capacidad de generar 32 megavatios.

De Zárate a Viena

En este contexto, el intendente Marcelo Matzkin asistirá la semana próxima a la reunión de intendentes de ciudades con plantas nucleares, que realiza en Viena el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), presidido por otro argentino, Rafael Grossi, que fue titular de NASA hasta el pasado 10 de diciembre. 

Matzkin integrará el panel denominado Sharing "Experience on Communities Hosting Nuclear Facilities” o "Compartiendo exeriencias de comunidades anfitrionas de instalaciones nucleares". 

"Ayer el concejo aprobó mi licencia para poder asistir como invitado disertante, con pasaje y estadia a cargo de la Organización Internacional dé Energía Atómica, en representación de Zárate a participar del evento de intendentes y alcaldes de municipios que cuentan con Centrales Nucleares que se llevará a cabo en Austria durante la semana del 16 al 18 de septiembre. Voy con la convicción de llevar la postura de que estamos orgullosos de que Lima sea una ciudad nuclear pero también de que necesitamos que esto sea acompañado de obras de infraestructura necesaria para semejante desafío. Es importante aclarar que dicho viaje es sin costo para el Municipio de Zárate siendo a cargo de la organización el pasaje aéreo y hotel", tuiteó el alcalde recientemente.